Omar Marroquín, diseñador industrial de 30 años egresado de la Universidad El Bosque, acaba de posicionar a Colombia en el mapa global de la innovación médica. Su proyecto VESTIK, un chaleco terapéutico que convierte la música en una herramienta de cuidado respiratorio para jóvenes con fibrosis quística, ganó la primera edición del James Dyson Award en Colombia.
Este reconocimiento no solo valida el talento innovador de nuestros jóvenes profesionales, sino que abre las puertas para que una solución creada en Colombia pueda mejorar la vida de miles de pacientes alrededor del mundo.
La innovación que nace del corazón
La historia detrás de VESTIK es profundamente humana. Omar encontró su inspiración en Alessandro, un niño con fibrosis quística cuya vida estaba limitada por equipos hospitalarios costosos y restrictivos. Al presenciar el impacto emocional y social que esta situación generaba en la familia, Omar se propuso crear algo diferente: una solución que devolviera la autonomía, dignidad y alegría a los pacientes más jóvenes.
¿Cómo funciona VESTIK? Es un chaleco portátil que pesa menos de 1 kilogramo y permite a niños y jóvenes realizar fisioterapia respiratoria de manera independiente. Su gran diferenciador es que integra la música como parte esencial del proceso terapéutico, transformando una rutina médica en una experiencia más humana y llevadera.
¿Qué es el James Dyson Award?
El James Dyson Award es un concurso internacional de diseño que en sus 20 años de historia ha apoyado más de 400 proyectos innovadores, con una inversión superior a £1 millón en premios. Se desarrolla en 28 países y regiones, y es organizado por la James Dyson Foundation, enfocada en educación en ingeniería.
Un problema global con impacto local
La fibrosis quística es una enfermedad huérfana que afecta a cerca de 100.000 personas en el mundo. En Colombia, se estima que anualmente se diagnostican alrededor de 78 casos nuevos. Aunque las cifras parecen pequeñas, cada caso representa una familia que enfrenta desafíos económicos, emocionales y sociales significativos.
Los equipos tradicionales para fisioterapia respiratoria no solo son costosos, sino que también son voluminosos y requieren que los pacientes permanezcan en espacios hospitalarios o clínicos. VESTIK cambia esta realidad al ofrecer una alternativa ergonómica, accesible y diseñada para brindar libertad de movimiento.
Competencia internacional y reconocimiento económico
Omar recibirá £5,000 libras esterlinas (aproximadamente 25 millones de pesos colombianos) como ganador nacional, recursos que destinará a impulsar el desarrollo del proyecto, avanzar en pruebas clínicas y proyectar su llegada al mercado.
Pero la historia no termina aquí. VESTIK ahora avanza a la etapa internacional del James Dyson Award, donde competirá por el premio global de £30,000 libras (156 millones de pesos aproximadamente). El próximo 15 de octubre se anunciará la lista internacional de los 20 mejores proyectos, y el 5 de noviembre se conocerán los ganadores mundiales.
Tres prototipos que demuestran evolución constante
El desarrollo de VESTIK ha sido un proceso riguroso de innovación:
Primer prototipo: Exploró la forma base, estructura textil y posicionamiento de motores.
Segundo prototipo: Incorporó microcontrolador y batería portátil, validando la intensidad vibratoria ajustable.
Tercer prototipo: Con peso inferior a 1 kg, sumó diseño modular, conectividad musical, componentes en biopolímeros impresos en 3D y distribución de motores validada junto a un neumólogo pediátrico.
Esta evolución demuestra el compromiso científico y la rigurosidad técnica detrás de una idea que nació del corazón pero se desarrolló con la mente.
El siguiente paso: validación clínica
Omar Marroquín es claro sobre sus próximos objetivos: «El premio le abre a VESTIK las puertas a aliados estratégicos del mundo clínico, tecnológico y productivo que nos ayudarán a escalar su impacto. El próximo paso es validar clínicamente su eficacia, optimizar su producción sostenible y construir puentes con la industria médica para hacerlo realidad».