Colombia estudia un decreto que permitirá a las universidades realizar investigación científica con cannabis medicinal. La medida beneficiaría a más de 15 millones de pacientes que sufren dolor crónico en el país.
El proyecto, que está en evaluación, habilitaría a universidades y entidades afiliadas a Colciencias para desarrollar estudios no comerciales con esta planta. La iniciativa busca ampliar las opciones de tratamiento y fortalecer el conocimiento médico sobre sus aplicaciones terapéuticas.
Dolor crónico afecta a 42 millones de colombianos
Según la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (ACED), el 70% de los colombianos ha padecido dolor crónico. Esta condición impacta el trabajo, la actividad física, el descanso y la vida familiar de 42 millones de personas.
Actualmente, los pacientes con epilepsia, dolor crónico, esclerosis múltiple, ansiedad e insomnio pueden acceder a medicamentos derivados del cannabis a través de su EPS, pero solo bajo prescripción médica.
Colombia, pionero en regulación
El país se posiciona como referente en América Latina en la regulación del cannabis medicinal. Desde la implementación del marco legal, se ha comprobado la efectividad de estos tratamientos en diversas enfermedades.
Juan Romero, CEO de Carmen’s Medicinal, destaca que la propuesta «puede ser una oportunidad para que la ciencia respalde con más evidencia sólida el uso terapéutico del cannabis».
Potencial económico del sector
Colombia cuenta con más de 57.000 hectáreas de cultivos legales de cannabis y más de 3.000 licencias para producción y transformación, según el Ministerio de Justicia.
El mercado global de cannabis medicinal podría alcanzar los USD 22.460 millones en 2028, según Mordor Intelligence.
Nuevas formas de administración
El decreto también permitiría al Invima actualizar las formas de acceso a los tratamientos. Actualmente, la normativa solo contempla el uso oral, pero se habilitarían nuevas presentaciones y vías de administración.
Esta modificación ampliaría el número de beneficiarios y mejoraría las condiciones de operación de los laboratorios certificados en el país.
La medida consolidaría a Colombia como un ecosistema de investigación sólido y alineado con estándares internacionales en cannabis medicinal.