¿Un safari en Sudamérica? Sí es posible — y aquí te contamos dónde

Cuando pensamos en safari, inmediatamente vienen a la mente las amplias sabanas de África, jirafas, leones y elefantes. Pero Sudamérica también ofrece paisajes únicos y experiencias de vida silvestre tan ricas como emotivas —y lo mejor: sin necesidad de viajar tan lejos. Colombia, en particular, se ha convertido en un destino emergente para quienes buscan aventura, naturaleza intacta y encuentros auténticos con fauna en libertad.

Destino clave: los llanos de Casanare (Colombia)

En los llanos orientales de Colombia —especialmente en el departamento de Casanare— se realiza una experiencia que muchos describen como “safari colombiano”, dado el estilo de observación de fauna, campos abiertos, carreteras de 4×4 y amplia biodiversidad.

Este turismo de naturaleza ofrece la posibilidad de ver grandes mamíferos, reptiles, aves y otros animales propios del continente sudamericano. Se habla incluso de un estilo “al mejor estilo africano”, aunque con especies propias del Neotrópico.

Entre lo que se puede observar están capibaras, venados de cola blanca, caimanes, iguanas, monos, aves de múltiples especies y, con suerte, rastros o avistamientos de felinos como el jaguar.

¿Cómo es la experiencia?

La idea es desplazarse en vehículos preparados para la observación, acompañados por guías expertos que conocen el territorio, saben cuándo y dónde la fauna está más activa, y aseguran que la experiencia sea responsable —sin perturbar al animal, sin invasión al hábitat.

El paisaje es distinto al de África: los llanos se inundan en la temporada de lluvias, transformándose en espejo gigantes, mientras que en la temporada seca muchos animales se concentran en los puntos de agua, lo que facilita la observación.

Para quienes no pueden desplazarse tanto o buscan algo más accesible, también hay lodges y experiencias de turismo natural en otras regiones de Colombia donde la biodiversidad es elevada.

¿Qué se gana con esta opción?

  • Menor costo de traslado respecto a un safari africano.

  • Fauna única: especies que no verás en África, lo que convierte la experiencia en algo realmente local.

  • Turismo más íntimo y menos masificado. En muchas reservas en los llanos todavía se siente que estás en un entorno poco concurrido.

  • Aporte al turismo sostenible: muchas de las experiencias están diseñadas para reforzar la conservación, la cultura local y la valoración de los ecosistemas.

Consideraciones a tener en cuenta

  • No se verán jirafas, elefantes o leones como los de África —la fauna es diferente. La expectativa debe ajustarse al contexto.

  • El acceso puede depender de la temporada. Por ejemplo, en la época lluviosa, ciertas rutas en 4×4 pueden quedar intransitables.

  • Es importante elegir operadores responsables, con respeto a la fauna, buenas prácticas de turismo y guías certificados.

  • Prepararse para la naturaleza: clima, fauna activa a ciertas horas, adaptarse al ritmo del entorno.

Conclusión

Si has soñado con un safari pero no puedes (o no quieres) volar hasta África, Sudamérica y Colombia ofrecen una alternativa fantástica. Los llanos de Casanare se presentan como un escenario increíble para vivir la emoción de la naturaleza, observar vida silvestre en libertad y desconectarse de lo urbano. Y aunque no haya leones rugiendo bajo la sombra de la acacia, lo que se gana es quizás algo más profundo: la contemplación de un mundo que sigue latiendo fuera de las rutas convencionales.

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