Sesquilé, Cundinamarca, está ubicado en la provincia de Almeidas en Cundinamarca, a unos 40 minutos de Bogotá, se caracteriza por sus imponentes cerros y montañas, además está bañado por las aguas del embalse de Tominé y vestido de mitos y leyendas con la laguna del cacique Guatavita. Y estos son los tres planes que usted no puede dejar de hacer.
Ser campesino por un día
Con unos anfitriones de lujo, don José Manuel y doña María de los Ángeles, en su finca “Los abuelos” ubicada en la vereda El Uval, usted podrá ponerse la ruana y botas pantaneras, para ayudar en todas las labores del campo y qué mejor que de la mano de estos sabedores, quienes le enseñarán a ordeñar para hacer queso, a recolectar los huevos de su desayuno, a alimentar a terneros, marranos, gallinas y conejos, además de cosechar vegetales, entre otras actividades.
Conectar con la naturaleza
El avistamiento de fauna y flora, es otro de los planes que podrá realizar en la reserva Xiegua, una inmersión con el entorno donde las plantas y fuentes hídricas cuentan su historia. Son dos tipos de planes que puede encontrar en este lugar científico, si tiene planes de aprender sobre biología y ecología de la mano de un experto, o el turístico para recorrer senderos y conectar con el espacio de manera libre.
Visitar la laguna de Guatavita
La laguna es un cuerpo hídrico emblemático de la zona por su historia ancestral, además de ser llamativo por sus tonalidades verdosas y azules. Durante el recorrido guiado hasta la cima de la montaña desde donde apreciará la laguna, aprenderá sobre la leyenda de El Dorado y los rituales indígenas que se realizaban allí en épocas pasadas.
Sesquilé, recientemente fue postulado por el Ministerio de Comercio Industria y Turismo para representar al país ante el concurso “Best Tourism Villages” de la ONU Turismo a nivel internacional, allí se elegirán los mejores destinos para hacer turismo rural, siendo el único que representa a Cundinamarca y que está en la lista de los ocho destinos a nivel nacional.