Cinco años después del auge mundial del teletrabajo, el panorama del trabajo remoto en 2025 ya no se parece al escenario excepcional que dejó la pandemia. Lejos del entusiasmo inicial por la virtualidad absoluta, hoy Colombia atraviesa una etapa de estabilización en la que conviven tres realidades: el regreso parcial a la presencialidad, la consolidación de modelos híbridos y el crecimiento sostenido del empleo remoto internacional.
El resultado es un mercado laboral más diverso, pero también más fragmentado, donde el teletrabajo ni desapareció ni se convirtió en la norma dominante. Su verdadero comportamiento en 2025 es una combinación de avances en ciertos sectores y estancamiento en otros.
La foto actual: un modelo que dejó de crecer al mismo ritmo
En términos generales, las empresas colombianas están adoptando nuevamente esquemas presenciales y mixtos. La presencialidad sigue siendo mayoritaria en sectores como comercio, servicios operativos, educación básica y salud, donde la interacción física es necesaria.
Sin embargo, el trabajo remoto no ha retrocedido: simplemente se desaceleró. La estabilización se explica por múltiples factores:
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Muchas empresas consideran que la presencialidad mejora la supervisión, el clima laboral y la colaboración.
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No todas las actividades se pueden trasladar a la virtualidad.
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La infraestructura tecnológica es desigual entre regiones y empresas.
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El impulso normativo de los años pandémicos ya no tiene el mismo protagonismo.
El trabajo remoto dejó de ser una solución masiva y se convirtió en una modalidad selectiva.
Sectores donde el trabajo remoto sí creció
Aunque el crecimiento general se frenó, hay segmentos donde el trabajo remoto continúa expandiéndose:
1. Talento vinculado a empresas internacionales
La contratación remota desde el extranjero aumentó significativamente. Compañías de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica siguen buscando talento colombiano en programación, diseño, mercadeo digital, atención al cliente y análisis de datos. Para estos profesionales, el teletrabajo es la regla, no la excepción.
2. Industrias tecnológicas y creativas
La transformación digital fortaleció el trabajo virtual en desarrolladores de software, creadores de contenido, expertos en ciberseguridad, equipos audiovisuales y profesionales de comunicación. Para estas áreas, la virtualidad ofrece ventajas operativas y económicas.
3. Servicios profesionales especializados
Consultores, redactores, analistas, traductores, periodistas independientes y profesionales de investigación continúan trabajando desde casa gracias a la flexibilidad y a los modelos de contratación por proyectos.
El modelo híbrido: el gran ganador de 2025
Mientras el remoto total se estabiliza, el modelo híbrido es el que realmente domina el panorama laboral actual.
Las empresas combinan jornadas presenciales con días de trabajo en casa, buscando equilibrio entre productividad y bienestar. Esta tendencia responde a:
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El deseo de flexibilidad por parte de los trabajadores.
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La necesidad empresarial de mantener cultura organizacional y trabajo colaborativo.
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Costos compartidos entre infraestructura física y virtual.
En muchos casos, el híbrido funciona como un acuerdo tácito que reduce congestión, mejora la calidad de vida y mantiene el control operativo.
¿Por qué algunos sectores se resisten al teletrabajo?
Varias industrias han reducido el trabajo remoto por razones estructurales:
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Operaciones que requieren presencia física.
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Equipos que dependen de maquinaria o infraestructura.
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Empresas que valoran el contacto directo con clientes.
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Falta de políticas internas o de procesos digitalizados.
Estas dinámicas han frenado la adopción masiva del teletrabajo, pero no han impedido que coexista con modelos flexibles.
¿Se estancó o creció en 2025?
La respuesta más precisa es: se estabilizó y se transformó.
El teletrabajo no está en retroceso, pero tampoco vive el crecimiento exponencial de años anteriores. Lo que sí está ocurriendo es una redistribución:
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Presencialidad: sigue siendo fuerte en actividades operativas.
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Híbrido: se consolida como principal formato.
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Remoto total: crece en nichos especializados y en oportunidades internacionales.
En resumen, el trabajo remoto en 2025 no se estancó; se redefinió. Se convirtió en un modelo flexible, estratégico y cada vez más selectivo, que avanza donde tiene sentido y se mantiene estable donde las condiciones lo permiten.




