Recorrido Visual: Descubre el arte urbano y los murales más icónicos del barrio La Candelaria

Bogotá no solo es una capital llena de historia y movimiento, también es una galería a cielo abierto. En sus calles, los muros hablan, cuentan historias y transmiten mensajes de resistencia, identidad y color. El epicentro de ese arte vivo es La Candelaria, el barrio histórico del centro de la ciudad, donde el pasado colonial convive con el grafiti contemporáneo.

Caminar por sus calles es encontrarse con una explosión de formas, texturas y voces. En este recorrido, te contamos cuáles son los murales más icónicos y qué los hace tan especiales.

Un museo al aire libre

La Candelaria se ha consolidado como uno de los espacios más importantes del arte urbano en América Latina. Lo que comenzó como un movimiento espontáneo de expresión juvenil hoy es reconocido como una manifestación cultural y patrimonial.

Desde la Carrera 2 hasta la Calle 12, el barrio está cubierto de obras que transforman la cotidianidad en lienzo. Los artistas locales e internacionales han dejado su huella en fachadas, portones y paredes, convirtiendo cada rincón en una historia visual.

Murales que cuentan el alma de Bogotá

Entre los más reconocidos está el mural de “El Cóndor y la Sierra”, ubicado cerca del Chorro de Quevedo. La obra, de gran formato, mezcla elementos del paisaje andino con figuras precolombinas y símbolos de la cosmovisión indígena, recordando el vínculo entre la naturaleza y la identidad colombiana.

Otro imperdible es el mural de la Mujer Ancestral, una pieza de más de 10 metros creada por la artista Guache. Su rostro sereno y colorido representa la fuerza femenina y la herencia cultural de los pueblos originarios.

En la Calle 11, muy cerca de la Universidad del Rosario, se encuentra el famoso “Homenaje a los líderes sociales”, donde los retratos de hombres y mujeres asesinados por defender los derechos humanos se entrelazan con mensajes de esperanza y resistencia.

Arte con propósito

El arte urbano de La Candelaria no busca solo embellecer el espacio, sino también invitar a reflexionar. Muchos de sus murales abordan temas como el medio ambiente, la memoria histórica, la diversidad y la igualdad de género.

Grupos como Vertigo Graffiti, Ink Crew y Toxicómano Callejero han liderado proyectos que combinan arte, activismo y comunidad. Su trabajo demuestra que el grafiti puede ser una herramienta de transformación social, especialmente en espacios donde la cultura y el turismo se encuentran.

Un recorrido para todos los sentidos

Realizar un tour de arte urbano por La Candelaria es una de las experiencias más recomendadas para locales y visitantes. Algunos recorridos guiados ofrecen historias detrás de los murales, anécdotas de los artistas y talleres de stencil o pintura.

Las calles empedradas, los colores vibrantes y la mezcla de estilos —desde el realismo hasta el surrealismo urbano— hacen de este recorrido una forma distinta de conocer la ciudad. Además, muchos cafés y tiendas de diseño local acompañan la ruta, creando un ambiente bohemio y artístico.

La Candelaria, donde el arte respira

Cada mural es una ventana a la identidad bogotana. Allí, el arte urbano se convierte en memoria, en diálogo y en símbolo de una ciudad que evoluciona sin perder su esencia.

Recorrer La Candelaria es descubrir que el arte no siempre está en los museos: a veces vive en las paredes, en los colores que cuentan quiénes somos y hacia dónde vamos.

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