Con la llegada de las lluvias en varias regiones del país, también aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias como la gripe, el resfriado común, la bronquitis y, en casos más graves, la neumonía. Los cambios bruscos de temperatura, la humedad y la contaminación ambiental se convierten en factores que debilitan el sistema inmunológico, afectando especialmente a niños, adultos mayores y personas con condiciones médicas preexistentes.
Para prevenir complicaciones y mantener una buena salud durante esta época, los expertos en salud recomiendan adoptar una serie de medidas sencillas pero efectivas que pueden aplicarse tanto en casa como en espacios laborales o educativos.
1. Protéjase de los cambios de temperatura
Uno de los factores más frecuentes que desencadenan las enfermedades respiratorias es la exposición a variaciones bruscas de clima. Es común salir de casa en la mañana con frío, pasar al calor del mediodía y luego enfrentarse nuevamente a la lluvia o el viento. Por eso, se recomienda usar varias capas de ropa, preferiblemente de algodón o lana, que puedan ajustarse al cambio de temperatura. Además, llevar una chaqueta impermeable o paraguas puede marcar la diferencia.
2. Refuerce las defensas con buena alimentación
Una dieta equilibrada es clave para fortalecer el sistema inmunológico. Se recomienda consumir frutas ricas en vitamina C como la naranja, mandarina, guayaba y kiwi, así como verduras frescas y proteínas magras. Mantenerse bien hidratado también es fundamental: tomar suficiente agua y evitar el exceso de bebidas azucaradas o alcohólicas ayuda a mantener las vías respiratorias en buen estado.
3. Ventile los espacios, incluso cuando llueve
Aunque el clima lluvioso invita a cerrar puertas y ventanas, es importante permitir la circulación del aire por lo menos unos minutos al día. Los espacios cerrados y húmedos se convierten en ambientes ideales para la proliferación de virus y bacterias. Abrir las ventanas durante algunos periodos del día y limpiar regularmente los filtros de aire o ventiladores puede reducir el riesgo de contagios.
4. Evite el contacto con personas enfermas
Las enfermedades respiratorias se transmiten principalmente por gotículas al toser, estornudar o hablar. Por eso, mantener una distancia prudente con personas que presenten síntomas gripales es una medida básica de prevención. En caso de estar enfermo, se recomienda cubrirse la boca con el antebrazo al toser o estornudar y usar tapabocas en espacios cerrados o de alta concurrencia.
5. Lávese las manos con frecuencia
El lavado de manos con agua y jabón sigue siendo una de las herramientas más eficaces para prevenir infecciones. Se recomienda hacerlo varias veces al día, especialmente antes de comer, después de toser o estornudar, y al llegar a casa después de haber estado en transporte público o en lugares concurridos. Si no se dispone de agua, el uso de gel antibacterial con al menos 60 % de alcohol es una alternativa válida.
6. Evite los cambios drásticos de temperatura corporal
No se recomienda bañarse con agua muy fría o salir al exterior inmediatamente después de hacerlo. El cuerpo necesita tiempo para adaptarse al cambio de temperatura, y un choque térmico puede afectar las vías respiratorias. Igualmente, después de actividades físicas o deportivas, es importante secar el sudor antes de exponerse al viento o la lluvia.
7. Vacúnese y consulte al médico ante síntomas persistentes
Las campañas de vacunación contra la influenza y otras infecciones respiratorias siguen activas durante el año. Estas inmunizaciones son especialmente importantes para niños, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades crónicas. Si se presentan síntomas como fiebre prolongada, dificultad para respirar o dolor en el pecho, se debe consultar al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento oportuno.
8. Cuide el entorno del hogar
Mantener la casa limpia y libre de humedad ayuda a prevenir alergias y la proliferación de hongos o moho. También es recomendable lavar las cobijas, cortinas y ropa de cama con regularidad, y evitar acumular objetos que puedan concentrar polvo.
Durante la temporada de lluvias, la prevención es la mejor herramienta para evitar complicaciones de salud. Adoptar hábitos sencillos, cuidar la alimentación y protegerse del frío no solo ayuda a evitar resfriados, sino que fortalece el bienestar general. Cuidarse a tiempo es la mejor forma de disfrutar de esta época sin contratiempos.




