“Si la gente no ha escuchado a Rafael Escalona es porque nunca se ha tocado con el vallenato”, comenta el periodista y compositor Eder Nicolás Araújo sobre lo que representa el cantante de Patillal para el género y folclore que se gestó desde la provincia de Padilla en el Caribe colombiano, en los años 50 y que este año cumpliría 90 años de haber nacido.
“Escalona tiene un estatus dentro del folclore vallenato que hace que todo el mundo lo tenga endiosado. Desde la parte cultural y política se ganó eso y la circunstancia se prestó para eso”: Eder Nicolás Araújo
Poesías hechas canciones. Así describen algunos a las composiciones de Escalona que hicieron que el vallenato tomara otro nivel desde la parte social y política. Araújo nos lo cuenta así: “era un cronista que contaba una historia. Todo lo va relatando Escalona con nombres reales y son verdaderos relatos llenos de ritmo y melodía. Íconos representativos de la región como el Río César, Guatapurí, el Cerro de Murillo, la Sierra Nevada, el entorno de Valledupar y la provincia de Padilla. De mujeres o amigos con nombres propios. Una capacidad para trascender a partir de los versos; se convirtió en un poeta”. Lee también: Rafael Escalona y José Barros, dos grandes de nuestro folclore Por eso, quien lee las letras de las composiciones de Escalona puede conocer un poco de su vida. De sus amigos de infancia como quien sería su intérprete, Alberto Fernández o del mismo expresidente Alfonso López, quien lo llevaría junto a él a la política. Esa amistad hizo que el vallenato “se disparara”, según nos cuenta Eder, porque se convirtió en el ritmo popular que alcanzó mayor auge en la sociedad. Un periodo en el que la política se movió “a son de vallenato”. García Márquez se convertiría en otro de los amigos frecuentes de Escalona y de ese círculo social y cultural que se movió en el Magdalena. La admiración del escritor al nacido en Patillal quedó plasmada en la mención directa al compositor en ‘Cien años de soledad’. La institucionalización del vallenato El gusto por la música vallenata y el interés de preservar su esencia llevaron a Rafael Escalona, Alfonso López y Consuelo Araújo a formalizar esas ideas surgidas en encuentros donde las composiciones se estrenaban y la caja, la guacharaca y el acordeón medían el ritmo de la noche. Así nació el Festival de la Leyenda Vallenata que en su edición 2017 rinde precisamente homenaje a sus creadores y ya cumple 50 años eligiendo a los mejores exponentes del género tradicional. Imagen de portada: Tomada de Facebook Fundación Rafael Escalona