El precio de la energía en Colombia no lo define una sola entidad ni un único actor. Es el resultado de un sistema regulado, donde participan el Gobierno, los reguladores, las empresas de generación, transmisión y distribución, y el mercado mayorista.
Comprender quién controla, fija y vigila los precios es clave para entender por qué suben, bajan o se mantienen estables las tarifas que pagan los hogares y las empresas.
1. La Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG): el regulador que fija las reglas del juego
La CREG es la autoridad encargada de regular el sector eléctrico. No define el precio final, pero establece:
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Cómo se calculan las tarifas.
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Los parámetros técnicos y económicos del mercado.
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Los costos reconocidos para generación, transporte y distribución.
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Los mecanismos que las empresas deben usar para cobrar.
La CREG, en otras palabras, diseña la fórmula tarifaria que determina lo que los usuarios ven reflejado en su factura.
2. El Ministerio de Minas y Energía: política energética y decisiones estructurales
El Ministerio de Minas y Energía no fija tarifas, pero sí toma decisiones estratégicas que impactan el precio:
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Definir la política energética nacional.
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Aprobación de incentivos o cambios en la estructura del mercado.
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Declaración de estados de emergencia energética.
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Autorización de planes de expansión eléctrica y nuevas tecnologías.
El Ministerio es quien decide hacia dónde va el sistema y qué tan estable o competitivo es a largo plazo.
3. Generadores, transmisores y distribuidores: empresas que aportan los costos del servicio
La tarifa que paga un usuario se compone de varios elementos y cada empresa aporta un costo distinto:
Generadores
Producen la energía en hidroeléctricas, térmicas, solares o eólicas.
El precio al que venden depende del mercado mayorista o de contratos bilaterales.
Transmisores
Llevan la energía por grandes líneas de alta tensión.
Su tarifa es regulada por la CREG y depende de la infraestructura y su operación.
Distribuidores
Llevan la energía hasta el hogar del usuario.
Su costo es uno de los componentes más altos de la factura, y también está regulado.
Cada empresa aporta un costo reconocido por regulación, pero no pueden cobrar más de lo permitido.
4. Bolsa de Energía (XM – Mercado Mayorista): donde se define el precio diario
En el mercado mayorista operado por XM, los generadores venden energía a comercializadores y distribuidores.
Aquí se fija el precio spot, que cambia cada hora dependiendo de:
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Nivel de los embalses.
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Costo de combustibles.
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Demanda nacional.
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Disponibilidad de plantas.
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Fenómenos como El Niño o La Niña.
Cuando el embalse está bajo o el gas sube, el precio mayorista aumenta, y eso termina afectando la factura.
5. Los comercializadores: quienes te venden la energía
Los comercializadores (como EPM, Enel, Air-e, Afinia, Celsia, entre otros) compran energía a generadores y luego la venden a los usuarios finales.
Ellos no fijan la tarifa de manera libre: deben aplicar la fórmula regulada por la CREG.
Sin embargo, el tipo de contratos que negocian puede hacer que sus costos sean más altos o más bajos.
6. La Superintendencia de Servicios Públicos: vigilancia y control
La Superservicios no fija tarifas, pero vigila que las empresas apliquen correctamente la regulación.
Puede:
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Ordenar devoluciones o ajustes tarifarios.
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Sancionar empresas por cobros indebidos.
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Intervenir compañías en crisis.
Su rol es garantizar que los usuarios no sean afectados por abusos o fallas de gestión.
Entonces, ¿quién controla el precio final?
La respuesta es múltiple:
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La CREG define las reglas y fórmulas.
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El mercado mayorista (XM) determina el precio de la energía comprada.
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Las empresas aportan sus costos regulados.
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El Ministerio de Minas define la política general.
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La Superservicios vigila que todo se haga bien.
El precio final es el resultado de la interacción entre todos estos actores, dentro de un marco regulado que combina mercado y control estatal.




