El fin de semana estuvo marcado por una intensa agenda de conciertos en varias ciudades del país. Artistas nacionales e internacionales reunieron a miles de asistentes en tarimas que prometían ser algunos de los shows más esperados de la temporada. Sin embargo, no todo fue celebración: problemas de logística, retrasos, congestiones y comentarios en redes sociales dejaron a más de un evento en el centro de la polémica.
Alta asistencia, pero logística al límite
En ciudades como Bogotá, Medellín, Cartagena y Cali, los conciertos registraron llenos casi totales. La afluencia de público superó las expectativas de los organizadores, lo que puso a prueba la capacidad de ingreso, movilidad y control en los escenarios.
En algunos casos, largas filas, retrasos en el ingreso y fallas en la señalización generaron malestar entre los asistentes, quienes compartieron en redes videos e imágenes de aglomeraciones antes de los shows.
Retrasos y cambios repentinos de horario
Uno de los puntos más comentados fue el retraso en varios conciertos. Algunos artistas iniciaron sus presentaciones una o dos horas más tarde de lo previsto, lo que causó inconformidad entre el público.
En ciertos eventos, se modificaron los horarios de teloneros o se ajustó la duración de los shows principales, generando especulaciones sobre fallas técnicas o problemas de producción.
La polémica del sonido
En redes sociales, varios asistentes señalaron inconsistencias en el sonido: bajos saturados, micrófonos inestables y retrasos en monitores que afectaron la experiencia.
Aunque los organizadores aseguraron que se trató de ajustes propios de la puesta en escena, para algunos fanáticos estos problemas empañaron lo que prometía ser una noche perfecta.
Colapso en la movilidad
Los alrededores de los escenarios también dieron de qué hablar. En ciudades con alta demanda turística, como Cartagena, los trancones fueron protagonistas antes y después de los conciertos, afectando incluso a las zonas de playa y a barrios cercanos.
Taxis y plataformas tuvieron tarifas más altas por la demanda, mientras que el transporte público no siempre logró absorber la cantidad de gente que salía a la misma hora.
Reacciones divididas en redes sociales
Como es habitual, redes como X, TikTok e Instagram se convirtieron en el termómetro de la opinión pública.
Mientras algunos celebraron la energía de los artistas, la calidad del montaje y el ambiente festivo, otros criticaron la organización, los precios de la comida y bebida, y las dificultades para entrar o salir de los eventos.
Un fin de semana movido para la industria del entretenimiento
A pesar de las controversias, el balance general muestra un fin de semana favorable para el sector del entretenimiento en vivo. La asistencia masiva demostró que el público sigue respondiendo con entusiasmo a la oferta de conciertos, incluso en una temporada con alta competencia y múltiples shows simultáneos.
Sin embargo, los reclamos por logística, sonido y movilidad dejan lecciones claras para las productoras y autoridades locales: el crecimiento del mercado debe ir acompañado de mejoras en la experiencia del público.