En los últimos años, Colombia —como muchos países del mundo— ha empezado a incorporar herramientas económicas para enfrentar la crisis climática. Entre ellas, los llamados impuestos verdes se han convertido en una de las estrategias centrales para regular actividades contaminantes, incentivar la transición energética y promover un consumo más responsable.
Pero ¿qué son exactamente?, ¿por qué existen? y, sobre todo, ¿cómo impactan el bolsillo y la vida cotidiana de los colombianos?
¿Qué es un impuesto verde?
Un impuesto verde es un cobro que aplica el Estado a productos, actividades o procesos que generan impactos negativos sobre el medio ambiente. Se basa en un principio:
quien contamina debe asumir parte del costo ambiental que genera.
Su objetivo no es únicamente recaudar dinero, sino cambiar comportamientos, incentivar tecnologías limpias y promover prácticas más sostenibles en la industria y en el consumo.
Los principales impuestos verdes en Colombia
El país ha implementado varios mecanismos tributarios para disminuir la contaminación y financiar programas ambientales. Entre los más importantes están:
1. Impuesto al carbono
Cobra un valor adicional al consumo de combustibles fósiles como gasolina, diésel, ACPM o gas natural. Su tarifa depende de las emisiones de CO₂ generadas por cada combustible.
2. Impuesto a los plásticos de un solo uso
Grava la fabricación o importación de productos plásticos que se usan una sola vez, como vasos, empaques o bolsas que no sean reutilizables.
3. Impuestos municipales ambientales
En algunas ciudades se aplican tasas o contribuciones a actividades específicas, como la extracción de materiales de construcción o el vertimiento de aguas residuales.
4. Cargo a vehículos contaminantes
En discusión desde hace varios años, busca ajustar tarifas de registro o circulación según el nivel de emisiones del vehículo.
¿Cómo nos afecta este tipo de impuestos?
El impacto puede sentirse en distintos niveles:
1. En el bolsillo del ciudadano
El impuesto al carbono, por ejemplo, influye en el precio de los combustibles. Aunque su incremento es progresivo, puede provocar alzas pequeñas pero constantes en gasolina, transporte y algunos productos.
2. En el comportamiento de consumo
Los impuestos buscan que la ciudadanía prefiera alternativas sostenibles:
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Comprar productos con empaques reutilizables.
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Evitar plásticos de un solo uso.
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Optar por transporte público, bicicletas o vehículos eléctricos.
3. En los precios del mercado
Las empresas deben incorporar estas cargas tributarias en sus costos, lo que puede modificar los precios finales de ciertos bienes. Sin embargo, también impulsa a muchas compañías a modernizar sus procesos y a migrar hacia soluciones energéticas más limpias.
4. En el medio ambiente
Su impacto más importante:
financian proyectos de restauración, conservación, energía renovable y reducción de emisiones.
Además, desincentivan actividades altamente contaminantes.
¿Los impuestos verdes realmente funcionan?
Los estudios internacionales muestran que sí, si se aplican con reglas claras y en simultáneo con opciones reales para los ciudadanos.
Por ejemplo:
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Países que han aplicado impuestos al carbono lograron reducir su dependencia del petróleo.
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Las tarifas sobre plásticos han disminuido el consumo de bolsas en más del 80 % en algunos lugares.
En Colombia, los resultados todavía están en construcción, pero hay mejoras en seguimiento de emisiones, transición energética y financiamiento de proyectos ambientales.