El Congreso de la República aprobó en plenaria, el martes 15 de octubre, el Presupuesto General de la Nación (PGN) 2026, por un valor total de 546,9 billones de pesos. Esta cifra representa un aumento frente al presupuesto del año anterior, aunque menor a los 556,9 billones inicialmente propuestos por el Gobierno Nacional.
El presupuesto, que ahora deberá ser conciliado con el Senado antes de pasar a sanción presidencial, define la hoja de ruta económica del país para el próximo año y establece las prioridades de inversión, gasto social y financiamiento de proyectos en las regiones.
Cómo quedó distribuido el presupuesto
Del monto total aprobado, una parte importante se destinará a sectores como educación, salud, inclusión social y defensa. Sin embargo, cerca de 16,3 billones de pesos corresponden a recursos “contingentes”, es decir, que dependen de la aprobación de la próxima reforma tributaria que presentará el Gobierno.
Según el Ministerio de Hacienda, el presupuesto mantiene el enfoque social y busca garantizar la sostenibilidad fiscal, al tiempo que fortalece la inversión pública en infraestructura, desarrollo rural, transición energética y programas de vivienda.
Entre los sectores más beneficiados se destacan:
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Educación: continúa siendo la mayor partida del presupuesto nacional.
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Salud: incrementa sus recursos para fortalecer hospitales públicos y programas de atención primaria.
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Inclusión social: financiamiento de subsidios como Colombia Mayor, Jóvenes en Acción y Familias en Acción.
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Transporte e infraestructura: apoyo a proyectos estratégicos de movilidad, vías terciarias y mantenimiento vial.
Lo que viene para las regiones
Uno de los puntos más debatidos durante la sesión fue la asignación de recursos regionales. Varios congresistas solicitaron mayor claridad sobre la distribución de los dineros destinados a los departamentos y municipios.
El Gobierno aseguró que el Sistema General de Regalías y los fondos regionalizados del PGN permitirán ejecutar proyectos de impacto local en sectores como salud, educación, cultura, medio ambiente y vías rurales. Además, se espera que las asignaciones específicas para las regiones sean precisadas en los próximos días mediante decretos complementarios y ajustes al presupuesto regionalizado.
Los departamentos del Caribe, el Eje Cafetero y el Pacífico figuran entre los más beneficiados en inversión social y proyectos de infraestructura, según la planeación del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Retos y debates pendientes
La aprobación del PGN 2026 no estuvo exenta de polémicas. Algunos sectores advirtieron que los recursos condicionados a la reforma tributaria generan incertidumbre en la ejecución del gasto. Además, se cuestionó que el presupuesto fue aprobado sin haber socializado plenamente el detalle de la regionalización de los recursos.
A esto se suma la presión fiscal que enfrenta el país por el alto gasto en funcionamiento y el pago de la deuda pública, lo que deja un margen limitado para aumentar la inversión.
Un presupuesto con enfoque social
Pese a los retos, el Gobierno ha resaltado que el Presupuesto General de la Nación 2026 mantiene el enfoque en la justicia social, el fortalecimiento del campo y el impulso a la economía popular. La meta es que el gasto público se traduzca en mayor equidad y desarrollo regional, garantizando que los recursos lleguen efectivamente a los territorios.
Con esta aprobación en la Cámara de Representantes, el país da un paso clave en la planeación económica del próximo año, mientras se espera que el Senado concluya el trámite en los próximos días para que el presupuesto entre en vigencia a partir del 1 de enero de 2026.




