Por: Kevin Colmenares
El Teatro Municipal de Río de Janeiro se convirtió en el punto de atracción para los brasileños, al ofrecer una deslumbrante exhibición de la música colombiana que cautivó al público con su vibrante diversidad y ritmo contagioso.
Este escenario no solo deslumbró con su programación de música clásica, sino también con las melodías de renombrados compositores colombianos. Los asistentes elogiaron la experiencia calificándola de maravillosa, magnifica y excelente.
Así, el emblemático recinto carioca expreso su entusiasmo por la oportunidad de ver y escuchar, por primera vez, a la Orquesta Sinfónica de Colombia.
Lo cierto es que esto sucede en la edición 54 del Festival de Invierno de Campos do Jordão, el festival de música clásica más importante de América Latina, el programa de la noche incluyó la “Obertura Mestiza” de Victoriano Valencia, el concierto para piano en la menor, opus 16 de Edvard Grieg, con la participación del pianista Tomer Lev, y “Scheherazade, Opus 35” de Nikolai Rimsky – Korsakov. Y aquí la gran noticia: la orquesta también sorprendió al público con la interpretación de los himnos nacionales de Brasil y Colombia, asimismo, con la maravillosa pieza ´Colombia tierra querida´ del compositor Lucho Bermúdez.
Finalmente, en esta primera semana de la gira por Suramérica, en el teatro Carlos Gomes de Blumenau, la orquesta realizó un conmovedor homenaje al maetro Juan Madera, autor de la icónica “La Pollera Colorá”, quien falleció el 29 de julio de 2024 a los 102 años. Con este homenaje, la orquesta rinde tributo a uno de los compositores más emblemáticos de la música colombiana, destacando su legado inmortal que seguirá inspirando generaciones.
La orquesta seguirá este viaje por el sur del continente, recorriendo miles de kilómetros y visitando las ciudades de Jaraguá do Sul y Sáo Paulo en Brasil, para luego continuer en Argentina con presentaciones en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y San Juan.
La Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia no solo representa el talento y la excelencia artística de nuestro país, sino que, con cada nota, reafirma el poder de la música para unir fronteras y tocar corazones.