En el 2003 se lanzó al ruedo con Utópico de Cáncer, un disco rabioso que tuvo la viva influencia del rock argentino. Andrés volvió a lanzar disco en el 2005, esta vez Prueba y error, con canciones furiosas, descarnadas y descreídas. En su camino como intérprete y fabricante mítico de canciones dejó también el disco Socios Ociosos en 2007, junto al cantautor paisa Pala, y un año después creó uno de los mejores discos de la historia musical bogotana: Correa Ramírez Andrés y Los Auténticos Water Resist, para el cual armó banda con Andrés Gualdrón, Daniel Montoya y Óscar Mora, quienes lo acompañaron en la interpretación de diez canciones propias profundamente adoloridas. El disco nunca se prensó ni se distribuyó de manera oficial. En el 2010 lanzó Un lugar, tal vez como confabulación para encontrar un lugar en el mundo, y en el 2014 el turno fue para Aurora, un disco breve y poético, sinceramente bogotano. Ocaso, su más reciente disco, echa mano de la simpleza del formato acústico. Acompañado sólo por su guitarra y su voz, Andrés vuelve al origen confeccionando un disco orgánico y simple, que es el séptimo en su carrera. Fue grabado en las misteriosas montañas de Salento, en el eje cafetero, por Alejandro Gómez y mezclado por el argentino Ariel Migliorelli, en Rosario, Argentina. En él hay pocas pero finas colaboraciones: Pedro Guerra y Lucio Feuillet. El arte estuvo a cargo de Lizeth León, ilustradora y autora del libro “Fachadas bogotanas”. En su paso por #ElCrew nos dejó esta linda interpretación: https://www.youtube.com/watch?v=vpFm2T5HiEI&list=PLGsF4QfCJgJnJGB336XnH0ttBAfF-hF24&index=18 Por Astrid Ávila.
