Lugares para casarse en Cundinamarca: románticos, lindos y económicos

Casarse no tiene que significar gastar una fortuna. Cundinamarca, con su variedad de paisajes, pueblos con encanto y escenarios naturales, ofrece lugares mágicos y asequibles para celebrar el amor. Desde haciendas campestres hasta capillas coloniales y miradores rodeados de montañas, este departamento se ha convertido en uno de los destinos más buscados por parejas que sueñan con una boda íntima, romántica y llena de naturaleza.

Aquí te contamos algunos de los lugares más lindos, románticos y económicos para decir “sí, acepto” cerca de Bogotá.

1. Guatavita: encanto ancestral junto a la laguna

A solo 90 minutos de la capital, Guatavita es un destino que combina misticismo y belleza natural. Sus calles empedradas, arquitectura blanca y vista a la laguna crean un ambiente ideal para bodas al aire libre.

Varias haciendas y ecohoteles ofrecen paquetes de matrimonio sencillos pero elegantes, con decoración campestre, flores locales y menú tradicional. Algunos espacios incluso organizan ceremonias simbólicas inspiradas en rituales muiscas, perfectas para parejas que buscan una experiencia espiritual y diferente.

2. La Calera: bodas entre montañas y neblina

Si buscas un ambiente íntimo y con clima fresco, La Calera es una joya escondida a solo 30 minutos de Bogotá. En sus colinas verdes abundan fincas y casas rurales que se alquilan para eventos pequeños, ideales para bodas de menos de 100 invitados.

Los costos son mucho más bajos que en la capital, y la vista panorámica sobre Bogotá al atardecer hace que cada foto parezca sacada de una película. Además, muchos de estos lugares permiten llevar tu propio catering o decoración, lo que ayuda a reducir el presupuesto sin perder el toque romántico.

3. Villa de Leyva: historia, luces y calles empedradas

Aunque pertenece a Boyacá, Villa de Leyva es uno de los destinos preferidos por las parejas de Cundinamarca por su cercanía y encanto colonial. La Plaza Mayor, una de las más grandes de América Latina, sirve de escenario para bodas civiles y religiosas con un aire histórico inigualable.

Sus capillas y hoteles boutique ofrecen planes que van desde ceremonias íntimas hasta celebraciones con música en vivo y gastronomía local. Además, al tratarse de un destino turístico, muchas agencias ofrecen paquetes completos con hospedaje y transporte incluidos.

4. Tenjo y Tabio: el romanticismo de lo rural

Si lo que buscas es una boda sencilla pero llena de calidez, los municipios de Tenjo y Tabio son opciones ideales. A solo 40 minutos de Bogotá, ofrecen quintas y jardines campestres con precios mucho más asequibles que los salones tradicionales.

Estos lugares son perfectos para bodas diurnas con luz natural, rodeadas de flores, árboles y montañas. Algunos incluyen servicios de fotografía, música y banquete, con precios ajustados a presupuestos medios. Además, la tranquilidad del entorno rural garantiza una celebración sin el ruido y el tráfico de la ciudad.

5. Fusagasugá y Chinauta: clima cálido y naturaleza

Para quienes prefieren el sol y el aire tropical, Fusagasugá y Chinauta ofrecen escenarios rodeados de palmeras, jardines y piscinas. Las haciendas de esta zona son amplias, económicas y cuentan con alojamiento para invitados, lo que las convierte en una excelente opción para bodas de fin de semana.

El toque romántico está en los atardeceres cálidos y las noches estrelladas, que permiten ceremonias al aire libre y recepciones iluminadas con velas y guirnaldas.

6. Nemocón y Zipaquirá: bodas subterráneas y mágicas

Para las parejas más aventureras, una opción diferente es casarse en las minas de sal de Nemocón o Zipaquirá, donde se pueden realizar ceremonias simbólicas en medio de túneles iluminados y esculturas talladas en sal. Es una experiencia única, cargada de simbolismo y muy popular entre quienes buscan un escenario poco convencional pero lleno de mística.

Un amor con sello cundinamarqués

Casarse en Cundinamarca es vivir una historia de amor rodeada de naturaleza, tradición y autenticidad. No hace falta un gran presupuesto para lograr un evento inolvidable; basta con elegir un lugar que refleje la esencia de la pareja.

Desde los paisajes de montaña hasta los pueblos coloniales, el departamento ofrece escenarios donde la belleza y la economía se encuentran para celebrar el amor con estilo propio.

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