"Mi nombre es *Patricia y soy ciberdependiente. Lo sé porque lo primero que hago en la mañana es revisar mi celular, y lo sigo revisando constantemente, a lo largo del día, para verificar si tengo notificaciones. Al almuerzo, prefiero revisar las redes sociales que compartir con mis compañeros, porque me es más fácil hablar por Internet que en persona; en el transporte, escucho música mientras juego en línea y casi no duermo porque prefiero ver videos en mi celular".
Esta es una confesión que podría parecer exagerada, pero es la realidad de muchas personas y reconocerlo es el principio de un proceso de aprendizaje para relacionarse de manera correcta con las tecnologías de la información y las comunicaciones. Desafortunadamente, el uso que algunas personas le dan a la tecnología está causando problemas de salud mental, tema que no es fácil de aceptar y por el cual no se busca ayuda profesional.
Al preguntarle a *Jerónimo, estudiante de secundaria, cómo ha sido su experiencia psicológica y emocional con las redes sociales e Internet, afirmó: “la verdad lo bueno es que hasta el momento no he tenido problemas en redes sociales, todo ha estado muy bien y no tengo problemas con Internet”.
Al indagar si ha sentido ansiedad por consultar el celular o cuando hace una publicación en redes sociales y nadie le da ‘Like’ respondió: “Sí, la verdad lo he sentido muchas veces, cuando no reviso el celular me da mucha ansiedad y cuando subo una publicación y no recibe mucho apoyo me siento algo triste, a veces es una tristeza pasajera, pero algunos mensajes o dejar de hablar con gente sí ha cambiado mi estado de ánimo y pienso mucho en eso”.
Jerónimo además reconoce que, aunque no sabe cuántas horas al día le dedica a Internet “sí es mucho tiempo, es gran parte del día” y que a veces se acuesta “demasiado tarde por estar viendo algunos videos o chateando” y que esto afecta su desempeño académico porque “en el día me siento cansado o con sueño, y a veces me cuesta trabajo levantarme porque me quedo dormido muy tarde”.
Después de analizar sus respuestas, Jerónimo concluye que tiene aspectos por mejorar en cuanto a su relación con las TIC y que principalmente debe cambiar los hábitos que tiene en la noche.
De verdad, no es fácil reconocer los problemas emocionales y conductuales generados por el uso del celular, el computador, Internet y las redes sociales. Cuesta aceptar que pueden estar asociados con problemas mentales como ansiedad, tristeza, depresión y otros temas que deben ser atendidos por un profesional. Los mitos y estereotipos que existen alrededor de la salud mental son las principales barreras en el acceso a profesionales de la salud mental.
Luisa Fernanda Parra, psicóloga, especialista en Psicología Clínica de la Niñez y la Adolescencia, afirma que cuando se les pregunta a las personas por qué no acuden a un psicólogo o psiquiatra, la respuesta más común es que creen que no lo necesitan. Las personas no buscan ayuda profesional porque creen que la salud mental es un tema de ‘yo puedo solo si le echo ganas’ o ‘yo soy fuerte’, pero no es cierto, los profesionales de la salud mental existen por una razón y deben ser consultados, más, teniendo en cuenta los problemas de salud mental que se están viviendo en este momento, aumentados por los entornos digitales y el aislamiento causado por la pandemia.
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Hablemos de salud mental
Luisa Parra, es además fundadora de psicologa.co un perfil de Instagram que cuenta con más de 130 mil seguidores y a través del cual acerca la psicología a todas las personas con un contenido responsable, generado por profesionales de la salud idóneos.
MinTIC – ¿A qué nos referimos cuando hablamos de salud mental?
Luisa Parra – Es un estado de bienestar físico, mental y social que nos permite tener la capacidad de disfrutar la vida y hacer frente a los diferentes desafíos que encontramos en la cotidianidad, encarar las adversidades y adaptarnos a los cambios.
M – ¿Es fácil para una persona identificar que tiene problemas de salud mental?
L – En realidad lo que sucede es que los síntomas que nos hablan de que hay problemas, se han vuelto cotidianidad, lo que ha hecho que en muchas ocasiones se vuelvan paisaje y las personas no buscan ayuda a tiempo, sino hasta que las cosas se vuelven demasiado grandes o fuertes, es ahí que empezamos a pensar que es un problema.
Es bueno hablar de la salud mental desde la prevención sin que estos temas estén atados a ciertos estereotipos o creencias que se les ha dado a las enfermedades mentales que las relaciona con debilidad, locura y esto lo que ha hecho es distanciar a las personas del cuidado de la salud mental y ha generado una problemática mucho más avanzada.
M – Con el auge de las redes sociales y de Internet ¿Qué patologías han aumentado?
L – He visto un aumento en la ansiedad y es paradójico porque la ansiedad hace que se aumente el uso de tecnología o redes sociales como una forma de calmar el malestar y a su vez, esta forma de distraerlo lo que hace es generar mayor ansiedad que la registrada en un inicio. Entonces se convierte en un círculo que se retroalimenta constantemente.
La depresión es otra enfermedad que se ha incrementado porque hemos identificado que en las redes sociales, las personas suelen compararse constantemente y esto tiene un impacto en su autoestima. Lo que vemos en las redes sociales usualmente es el lado bonito de la vida de las personas, esas comparaciones generan dudas, preocupaciones, culpas que derivan en conductas emocionales como la ansiedad y la depresión.
También hay un aumento en problemáticas de la conducta alimentaria por el afán constante en revisar cómo deberíamos vernos. Esto se ha venido estudiando mucho con el uso de los filtros, porque ahora las personas están llegando a consulta con los cirujanos plásticos a decirles “yo me quiero ver igual a este filtro”. Esto claramente está generando una dismorfia en términos faciales y está teniendo un impacto en la manera en la que nos estamos percibiendo.
Los problemas de sueño también han aumentado. Estar constantemente expuestos a la luz artificial hace que sea más difícil conciliar el sueño y dormir menos, tiene un impacto en la vida de las personas porque los vuelve menos productivos, más irritables y puede generar afectaciones físicas como dolores de cabeza.
La soledad es otro problema que estamos viendo, la soledad per se no es negativa, pero existe un problema que aísla a las personas que ya no pueden conectar con los demás y quienes sostienen sus relaciones sólo a través de redes sociales.
¿Estos problemas afectan solamente a los jóvenes?
Si bien es cierto que aunque estos problemas no discriminan a adolescentes, jóvenes o adultos, sí tienen un mayor impacto en los adolescentes porque ellos están formando su identidad versus los adultos que, en su mayoría, ya tienen clara su personalidad e identidad. Además, los jóvenes son los que mayor cantidad de tiempo se exponen en las redes sociales e Internet y consumen contenido sin filtro.
Por otra parte, las falsas noticias generan preocupaciones constantes y ansiedad en los adultos, razón por la cual es necesario revisar qué tipo de contenido se está consumiendo e identificar si le está generando algún malestar.
M – ¿Por qué es importante consultar con un psicólogo?
L- Es muy importante porque permite prevenir muchas afecciones o atenderlas a tiempo. A veces tenemos dolor de cabeza, problemas gastrointestinales, dormimos mal y creemos que eso es normal, no nos damos cuenta de que esos síntomas pueden ser una manifestación de un problema de salud mental.
Consultar con un especialista puede ayudar a trabajar estos aspectos antes de que se conviertan en problemas mucho más grandes y que empiecen a incapacitarnos.
Es que sin salud mental yo no puedo tomar decisiones, no tengo motivación, no puedo concentrarme, por eso es que es muy importante cuidar de nuestra salud mental y acudir a un especialista a tiempo.
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* Los nombres de los protagonistas de las historias fueron cambiados para proteger su identidad.
