Bogotá se prepara para un 2026 decisivo en materia de movilidad. Varias obras viales y proyectos de transporte avanzan con fuerza, con el objetivo de descongestionar los accesos principales a la ciudad, modernizar sus arterias internas y consolidar una movilidad más sostenible. A continuación, destacamos cinco grandes intervenciones que marcarán el ritmo de la infraestructura para los próximos años.
1. Intercambiador de la Autopista Sur con Avenida Bosa
Una de las obras más relevantes del sur de Bogotá es el nuevo intercambiador a desnivel entre la Autopista Sur y la Avenida Bosa, financiado parcialmente con recursos del Sistema General de Regalías. Esta intervención busca mejorar el flujo vehicular para moradores de Bosa, Ciudad Bolívar y Kennedy. Incluirá dos puentes vehiculares, un puente peatonal, más de 4 km de vía nueva, 1,3 km de ciclorruta, 30.000 m² de espacio público y 22.000 m² de zonas verdes. Con un avance físico superior al 60 %, la obra es clave para reducir tiempos de viaje y mejorar la conectividad sur-occidente.
2. Corredor Verde por la Carrera Séptima
En el corazón de la movilidad sostenible de Bogotá se encuentra el proyecto del Corredor Verde de la Carrera Séptima, que transformará este emblemático eje vial en un parque-bosque lineal de aproximadamente 22 km, desde la calle 26 hasta la calle 200. Este corredor combinará transporte público de alta capacidad, espacios peatonales, zonas verdes y ciclorrutas. La meta es que para 2026 sea una realidad visible y funcional. Bogotá.gov.co+1
3. Ampliación de la Avenida 68 como alimentadora del Metro
La Avenida 68 es un proyecto estratégico: 17 km de vía, nueve tramos y una inversión de más de 700.000 millones de pesos. Esta vía alimentará la futura primera línea del metro y conectará varios corredores masivos. Se espera que partes importantes del tramo estén en operación para 2026, beneficiando a las localidades de Suba, Engativá y Fontibón.
4. Proyecto de la Calle 13 y la ALO Centro
Otro de los frentes clave es la renovación de la Calle 13, un corredor que conecta el occidente de la ciudad y la sabana hacia Funza y Mosquera. Junto a ello, la ALO Centro (Anillo Vial perimetral) permitirá un desvío del tráfico pesado que hoy recorre zonas urbanas sensibles. Esta iniciativa mejorará la accesibilidad regional y reducirá la carga vehicular dentro de la ciudad.
5. Inversión global y mantenimiento de malla vial
Más allá de grandes corredores, Bogotá avanza en la conservación y mejora de su malla vial. La Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) reporta más de 2 millones de metros cuadrados intervenidos solo entre 2024 y 2025, que incluyen renovación de andenes, ampliación de ciclorrutas y reparación de vías deterioradas. Junto a los proyectos nuevos, este trabajo de mantenimiento es fundamental para que las obras viales funcionen correctamente.
¿Por qué son importantes estas obras para 2026?
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Reducirán los tiempos de desplazamiento, especialmente en zonas tradicionales de congestión como el sur y occidente de la ciudad.
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Mejorarán la calidad de vida: menos vehículos detenidos, más transporte público eficiente, más espacios peatonales y de bici.
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Apoyan la estrategia de movilidad sostenible: corredores verdes, ciclorrutas conectadas, infraestructura para transporte colectivo.
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Fortalecen la conectividad regional Bogotá-Sabana, lo cual tiene impacto en vivienda, empleo y urbanismo.
¿Qué puede esperar el ciudadano común?
En 2026 se podrán observar cambios concretos: vías más amplias, menos semáforos en algunos puntos críticos, intersecciones vehiculares modernas, nuevos accesos al metro, mayor presencia de ciclovías y mejor apariencia urbana de algunos tramos viales. Si bien no todos los proyectos estarán 100 % terminados, los primeros resultados serán tangibles.
Conclusión
La ciudad está cambiando su cara vial. Con ambiciosos proyectos que abarcan accesos, ejes centrales y mantenimiento de la malla urbana, Bogotá entra en una etapa de mejoras estructurales. El reto ahora será cumplir los cronogramas, garantizar la calidad técnica y coordinar bien entre entidades. Si esos factores se gestionan correctamente, 2026 puede marcar un antes y un después para la movilidad de la capital.




