Por: Jeisson Chibuque
El municipio de Subachoque es uno de los pueblos de Cundinamarca que mayor número de visitantes recibe los fines de semana. Es concurrido especialmente por ciclistas. Ya es tradición entre los deportistas realizar este recorrido y dentro del trayecto hacer un receso infaltable: el local de Doña Blanca. En este lugar se encuentra la mejor arepa de choclo de la región.
La señora Blanca Pinzón es un referente de la gastronomía local, la hospitalidad y la unidad familiar. Ella es la responsable de que el tráfico se paralice los fines de semana en Subachoque. Ciclistas, transeúntes y visitantes de diferentes puntos del país y, hasta del extranjero, hacen fila para degustar la deliciosa arepa de choclo de doña Blanca. Hace más de dos décadas que inició este camino y en la actualidad es uno de los establecimientos de mayor representación turística de la plaza de Subachoque.
La receta de doña Blanca es un tesoro, en manos de muy pocos, este lugar se ha convertido en el corazón de la familia: primos, sobrinos y nietos han trabajado aquí. Aprendió de su mamá la preparación de delicias a base de masa de maíz, como el envuelto. Según ella, la arepa de choclo también se conoce como quisbones de mazorca, que se caracterizan por ser una masa delgada a la que, una vez alcanza su término, se le agrega queso, mantequilla y se dobla. Ella quería una presentación única y un producto más llamativo, por lo que decidió prepararla en forma de arepa.
Siempre soñó con tener su propio negocio, trabajó por varios años en varias empresas, hasta que se enfrentó a una difícil situación de salud, que la mantuvo en estado paralítico por un tiempo. Posterior a su recuperación es cuando inicia con este producto que rápidamente atrajo más y más comensales.