Un registro de lugares en los que la música experimental y la improvisación, la música contemporánea, el punk, la música tropical, el folk, la psicodelia y otros sonidos -a veces inclasificables y otras veces una suma de muchos- tienen espacio para crecer y fortalecerse. Teatros, calles, auditorios, bares y rincones sonantes y disonantes serán el escenario de nuestras rutas musicales.
Miércoles 24 de mayo
Taller de improvisación libre y Ensamble de Free de la Pontificia Universidad Javeriana Matik-Matik 9:00 pm
El primer recorrido empieza en el bar de conciertos Matik-Matik en el marco del cierre de semestre. El turno fue para la Facultad de Música de la Universidad Javeriana con su Taller de Improvisación libre y su Ensamble de Free, dirigidos por el músico Santiago Botero. En ellos, los ejercicios de improvisación muchas veces trascienden la música para desplazarse a otros terrenos de reflexión, que se alimentan de diferentes formatos y lecturas.
La improvisación resulta, en esencia, un ejercicio de anarquía consensuada.
Los participantes del taller y del ensamble no superan los 25 años y pertenecen a diferentes énfasis de la carrera de música: ingeniería de sonido, jazz y composición. El ejercicio improvisatorio-colectivo requiere una conciencia amplia sobre las infinitas posibilidades del sonido. La transgresión de las formas está implícita en el acto creativo, por esto lo musical no se reduce al sonido sino que se extiende al silencio y al universo de las ideas. Encontrarse un concierto de improvisación ejecutado por estudiantes un miércoles a las 9 de la noche en Bogotá no deja de ser un acontecimiento. Y lo es más cuando el lugar está rebosante de jóvenes ávidos de sonidos inesperados.
Miércoles 31 de mayo
Los caballos de Düsseldorf (LCDD) Matik-Matik 10:30 pm
Provisto de juguetes y armatostes antiguos, este grupo europeo se dedica a crear sonoridades análogas a través del reciclaje de toda clase de objetos insospechados y su exploración del circuit bending, una técnica de producción sonora que interviene objetos electrónicos y los convierte en máquinas de hacer ruido.
Se trata de modificar un juguete o cualquier otro objeto potencialmente sonoro.
Aunque el grupo ha hecho grabaciones, como La Cinta Del Dervish o A todas revoluciones, la experiencia en vivo es completamente improvisada: única e irrepetible. Olaf Ladousse es la cabeza de LCDD, aunque su espíritu improvisador no se restringe al sonido, ya que desde hace más de 20 años edita el fanzine “¡Qué suerte!”, que ha reunido entre sus páginas a artistas y entusiastas de la gráfica y el cómic de todo el mundo. Olaf es un luthier del ruido. En su música y en su producción gráfica lleva la improvisación al límite y le apuesta a la creación antes de la creación.
Viernes 2 de junio
Violeta – Ópera modular Centro de memoria, paz y reconciliación 5:00 pm
Nos encontramos con Violeta un viernes a las 5 de la tarde en una ciudad convulsionada. Contra todos los pronósticos del tráfico capitalino, faltando más de media hora para el inicio del concierto los asistentes ya esperan afuera del Centro de Memoria y a estos nos sumamos decenas de personas más. Como un golpe de suerte logramos entrar a la primera función. Los menos suertudos deben esperar a la segunda. En Violeta, la ópera adquiere dimensiones novedosas al tratar el tema del conflicto desde el cuerpo de una mujer que es muchas mujeres a la vez. El formato de esta ópera se sale de lo común porque el sonido proviene de sintetizadores modulares que se comunican mediante cables.
En lugar de partituras hay instrucciones y espacio para la improvisación.
Las voces, especialmente la de Violeta, trascienden el espacio de la música académica y ponen en primer plano cantos de naturaleza campesina, hermanados con la tradición oral. Esto se conecta con la naturaleza de la obra, vinculada con las afirmación creativa de las víctimas del conflicto desde un lugar tan incierto como necesario: aquel donde la memoria se mezcla con la realidad. Acaso la experimentación sirva para proponer narrativas novedosas de la huella de nuestras violencias y la disonancia esté más cerca de la crueldad enigmática de nuestras historias.
Miércoles 7 de junio
Libres en el sonido: EMCA-Ensamble de Música Contemporánea de la ASAB Matik-Matik 9:00 pm
La compositora e intérprete Melissa Vargas es la encargada de la curaduría del ciclo Libres en el sonido, que tiene lugar en el bar de conciertos Matik-Matik. La más reciente edición contó con el Ensamble de Música Contemporánea de la ASAB, dirigido por Juan Camilo Vásquez y Rodolfo Acosta. Acompañamos el concierto, que en su primera parte consistió en la interpretación de la obra ''Salmo 119'' para instrumentación libre de Jorge Gregorio García Moncada, que los músicos interpretaron ubicados en distintos lugares del bar. La segunda obra fue ''Parte [Porción de un todo]” de Carlos Mahé, que se interpretó en el escenario del lugar. Bogotá suena a perros que ladran, cafeteras que crepitan, buses que frenan y personas que disfrutan de escuchar conciertos de pie. También suena a música académica del siglo XXI ejecutada por jóvenes inquietos, que renuevan año a año uno de los ensambles universitarios más longevos de la ciudad.