Hospitales y clínicas en Colombia operan con coberturas de seguro insuficientes

El sistema de salud en Colombia atraviesa un momento de alta vulnerabilidad debido a la insuficiente protección aseguradora de hospitales y clínicas. Esta situación deja a las instituciones expuestas a riesgos financieros, legales y reputacionales que amenazan su sostenibilidad y confianza ante la ciudadanía.

De acuerdo con el Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud (REPS), existen en el país 59.972 instituciones habilitadas, entre clínicas, hospitales y centros de atención. Sin embargo, una parte significativa de ellas opera con pólizas inadecuadas o coberturas que no corresponden a su nivel real de exposición al riesgo.

Riesgos legales y económicos

El seguro de responsabilidad civil médica, diseñado para proteger a instituciones y profesionales frente a reclamaciones por errores o presunta mala praxis, ha sido tratado por muchos prestadores como un simple requisito administrativo. Pero en medio de la actual crisis financiera del sector salud, este seguro se convierte en un elemento esencial para la sostenibilidad jurídica y económica.

Según el especialista en seguros y reaseguros Felix Ricardo Garzón Rojas, uno de los principales errores es elegir las pólizas únicamente por el costo de la prima, sin analizar la estructura ni el alcance del contrato. Esto hace que las coberturas sean ineficaces frente a la complejidad del riesgo médico que enfrentan diariamente las instituciones.

Garzón advierte que el modelo más común, el seguro Claims Made, solo cubre reclamaciones realizadas mientras la póliza esté vigente. Si una institución deja vencer su seguro o cambia de aseguradora sin una asesoría técnica, puede quedar completamente desprotegida ante demandas por atenciones pasadas.

Falta de asesoría y continuidad en coberturas

Otro factor que agrava la situación es la ausencia de acompañamiento técnico especializado al momento de contratar los seguros, junto con la alta rotación de personal administrativo. Esto genera decisiones poco informadas y pérdida de continuidad en las coberturas. “Muchos prestadores tienen pólizas vigentes en apariencia, pero sin una protección real frente a los riesgos legales, operativos y reputacionales actuales”, señala Garzón.

Las consecuencias pueden ser graves: una demanda por responsabilidad médica puede superar la capacidad patrimonial de una institución, obligándola a asumir los costos de defensa o incluso a cerrar sus operaciones. Además, los efectos reputacionales de una crisis sin respaldo asegurador pueden afectar la confianza de pacientes y aliados estratégicos.

Hacia una cultura de aseguramiento técnico

El especialista insiste en la necesidad de desarrollar en el país una cultura de aseguramiento más técnica y planificada, donde las pólizas se diseñen de acuerdo con la exposición real de cada prestador. En ese sentido, recomienda explorar esquemas híbridos o duales, que combinan la estabilidad del modelo por ocurrencia con la flexibilidad del Claims Made, para garantizar una cobertura continua y efectiva.

El fortalecimiento del aseguramiento, afirma Garzón, debe ser una tarea conjunta entre aseguradores, reaseguradores, EPS y el Estado, buscando la estabilidad del sistema y la protección de los usuarios.

En 2024, según el más reciente boletín de Así Vamos en Salud, se registraron 1,6 millones de Peticiones, Quejas, Reclamos y Sugerencias (Pqrs) y un aumento del 34 % en las tutelas por motivos de salud. Estas cifras reflejan el creciente malestar de los usuarios y la urgencia de una gestión del riesgo más sólida y técnica dentro del sistema de salud colombiano.

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