Colombia guarda verdaderas joyas coloniales que parecen suspendidas en el tiempo. Estos pueblos patrimonio, reconocidos por su historia, arquitectura y cultura, son ideales para una escapada corta desde cualquier ciudad.
Villa de Leyva (Boyacá) encabeza la lista con su plaza principal empedrada, casas blancas y ambiente tranquilo. Fundado en 1572, conserva un encanto colonial que atrae tanto a fotógrafos como a amantes del arte y la historia.
En el suroeste del país, Barichara (Santander) deslumbra por sus calles de piedra y sus miradores naturales. Este destino combina tradición artesanal, gastronomía local y una de las vistas más impresionantes del cañón del Chicamocha.
Finalmente, Guaduas (Cundinamarca), cuna de Policarpa Salavarrieta, ofrece historia y naturaleza a pocas horas de Bogotá. Sus balcones de madera y su arquitectura republicana hacen de este lugar un destino patrimonial con alma de pueblo.
Recorrer estos municipios no solo es una experiencia turística, sino también una forma de conectarse con la memoria cultural del país y con las comunidades que mantienen vivas sus tradiciones.