Bajo la presidencia de Guillermo León Valencia, las fuerzas militares bombardearon el territorio que entonces estaba siendo habitado por guerrilleros comunistas que se habían rehusado a entregar las armas a finales de los años 50. La operación militar dio como resultado la organización de los guerrilleros y su consolidación como grupo bajo el nombre de Fuerzas Armadas Revolucionarias – FARC. Lo que pasó desde entonces ha sido una constante en la historia de nuestro conflicto: disputas por el poder, por los recursos y por el territorio que han generado alrededor de 7 millones de desplazados internos, más de 500.000 exiliados a causa de la guerra y la muerte de 218.094 personas, de los cuales el 19% han sido combatientes y el 81% civiles, según el Centro Nacional de Memoria Histórica. Más de 50 años de conflicto entre el Estado colombiano y las FARC dan cuenta de la historia de una infamia, donde los grandes perdedores han sido los campesinos, los indígenas, las mujeres, los afrodescendientes y, en fin, todos aquellos a quienes la guerra ha sabido golpear de frente. En septiembre de 2012, el gobierno inició los diálogos de paz con las FARC, que tuvo como resultado la firma de 6 puntos fundamentales como el cese bilateral de hostilidades, el desarme, la desmovilización y el reintegro a la vida civil de los guerrilleros. El acuerdo se sometió a votación de los colombianos y a pesar de que ganó el “No”, en 2016, los acuerdos fueron radicados en el Congreso de la República. Desde entonces empezó el proceso de desmovilización de las FARC. El silencio de los fusiles es un relato íntimo y profundo de los cuatro años que duró la creación de este acuerdo de paz que concluye ahora con la desmovilización de una de las guerrillas más antiguas del mundo. Natalia Orozco, la directora, pone su mirada y su voz al servicio del documental para contar, con crudeza y compasión, los vericuetos de un proceso de paz en el que nadie creyó. Desde una perspectiva polifacética y llena de rigor periodístico, Orozco logra un retrato intenso de los actores del conflicto, cuidándose de caer en las trampas ideológicas de uno u otro bando y presentando una película potente y conmovedora: pieza clave del rompecabezas inacabado que aún resulta la historia de nuestro conflicto. El documental desafía al rencor, situándose siempre en el límite entre las categorías de los buenos y los malos. A raíz de El silencio de los fusiles las inquietudes afloran. ¿Será tiempo de rebuscar en la historia de nuestras guerras, de mirar a los ojos a nuestros victimarios y a nuestras víctimas? ¿Estaremos preparados para contar nuestra historia y así no volver a repetirla? Una sola certeza: la guerra nadie la gana; todos juntos la hemos perdido.
En esta guerra de locos estamos todos untados ya que unos han sido actores y otros nos hemos callado.
El silencio de los fusiles se estrenará en carteleras el próximo 20 de julio. https://www.youtube.com/watch?v=Vdyy4sL19y8