En un mundo donde la energía es el motor de toda operación industrial y comercial , existe una verdad simple que se ha convertido en el nuevo mantra corporativo: «lo que no se mide, no se controla». Esta premisa, central en la conmemoración del Día Mundial del Ahorro de Energía este 21 de octubre, está redefiniendo la manera en que las empresas colombianas abordan su consumo, transformándolo de un gasto fijo a una «palanca de competitividad».
La eficiencia energética ya no es una opción ecológica; es una necesidad financiera. El objetivo, según expertos, no es apagar máquinas o frenar la producción. Se trata de la inteligencia del consumo: entender cómo, cuándo y por qué se utiliza la energía. Solo con esa información precisa, la digitalización permite tomar decisiones estratégicas que reducen el desperdicio y consolidan modelos de negocio más sostenibles.
El Impacto en las Finanzas y en el Planeta
Las cifras a nivel global son contundentes y sirven como un llamado de atención urgente. Mejorar la eficiencia en el uso de la energía puede representar hasta un 30% de ahorro en costos operativos para las empresas. En paralelo, esta gestión consciente se traduce en un beneficio ambiental crucial, evitando la emisión de millones de toneladas de CO₂ cada año.
En un país como Colombia, donde el sector empresarial agrupa una parte importante de la demanda eléctrica , una gestión consciente tiene la capacidad de generar un impacto enorme en el futuro energético nacional. Las empresas que logran entender su consumo obtienen el poder real de transformarlo. Sebastián Ruales, CEO de Bia Energy, subraya la importancia de este cambio: “Definitivamente lo que no se mide, no se controla, y por lo tanto, la digitalización de la energía es clave para que las empresas puedan tomar decisiones inteligentes de ahorro energético”.
El Caso Práctico: Un Restaurante que Ahorró un 12% con un Ajuste de Rutina
A menudo, se cree que la eficiencia requiere inversiones millonarias en infraestructura. Sin embargo, el CEO de Bia Energy demostró con un caso práctico que la conciencia es el primer paso:
«Tuvimos el caso de un restaurante que identificó que su pico de consumo energético ocurría a las 8:00 a.m., cuando la primera hamburguesa se vendía hasta las 10:00 a.m.». Gracias al análisis de datos, se descubrió que un colaborador encendía todos los equipos de cocina dos horas antes de iniciar la jornada. Al ajustar esta rutina operativa, el restaurante logró reducir su consumo mensual en un 12%.
Este ejemplo es vital porque demuestra que el ahorro de energía «no siempre requiere grandes inversiones, sino generar conciencia sobre cómo usamos los recursos en nuestro día a día”.
Tecnología y Cultura: Los Pilares del Futuro
Aunque el camino hacia la eficiencia tiene su propio ritmo en cada organización , hay pasos simples que marcan una gran diferencia: hacer visible el consumo.
Identificar los momentos de mayor demanda permite tomar decisiones más inteligentes , y hacer de la energía un tema tangible dentro de los equipos convierte la eficiencia en una parte natural de la cultura corporativa.
El Día Mundial del Ahorro de Energía busca inspirar a las empresas a ser parte activa de esta transformación. Con tecnología, datos y una visión de futuro, la transición energética de Colombia comienza en la decisión de cada empresa de gestionar mejor su energía. Compañías como Bia Energy, que ofrecen herramientas tecnológicas, monitoreo constante y control total , están empoderando a las empresas para lograr un consumo más eficiente, sostenible y consciente.




