Donde todo se conecta: formar ciudadanos digitales en una región que vibra entre pantallas

Dicen que en América Latina hay un rumor constante que atraviesa ciudades, montañas y fronteras. Un sonido que se repite sin importar si estamos en Punta Gallinas, en el Caribe colombiano, o en las orillas del Río de la Plata, en Argentina. Es el sonido de las notificaciones, ese eco digital que marca el pulso de una región hiperconectada.

Hoy, más de 413 millones de latinoamericanos navegan en internet desde sus teléfonos móviles, según el informe GSMA Mobile Economy 2024. Cada toque de pantalla es una chispa que abre mundos: acceso al conocimiento, comunicación instantánea, creación sin límites. Pero entre tantas luces también hay sombras. Y para muchos, navegar en este mar informativo sin brújula es un riesgo creciente.

Luces y sombras de un continente conectado

La conectividad masiva no siempre llega con el manual de uso. En esa avalancha de contenido que circula a diario aparecen:

  • Desinformación que se viraliza más rápido que la verdad.

  • Discursos de odio disfrazados de opiniones legítimas.

  • Algoritmos que deciden qué vemos y qué creemos.

  • Sesgos digitales que reproducen desigualdades.

En medio de ese torbellino, surge una pregunta urgente:
¿Estamos formando ciudadanos capaces de cruzar pantallas sin perder el rumbo?

Allí es donde aparece Digital-IA, Educomunicación para la Paz, levantando una bandera distinta: enseñar a mirar, a crear y a conectar con conciencia y responsabilidad.

AcadeMIA Digital-IA: una brújula para navegar lo digital

Frente a un ecosistema mediático dominado por gigantes como Meta, Google y TikTok —que concentran más del 70% del tráfico digital—, se hace cada vez más necesario que las personas de la región entiendan qué consumen, por qué lo consumen y cómo pueden participar críticamente en el entorno digital.

Así nació el curso AcadeMIA Digital-IA: Crossmedia + AMI + IA, una ruta gratuita que enseña a usar la tecnología no solo como herramienta, sino como puente para reconstruir el tejido social. La propuesta integra:

  • Crossmedia: contar historias que se expanden en múltiples plataformas.

  • AMI (Alfabetización Mediática e Informacional): aprender a leer, analizar y crear contenido de manera crítica.

  • Inteligencia Artificial: usarla con ética, creatividad y responsabilidad.

El objetivo es claro: formar navegantes conscientes, capaces de diferenciar lo real de lo manipulado, de producir contenido con sentido y de participar en lo público desde la palabra, la imagen y la verdad.

Los navegantes de un continente digital

Latinoamérica es, hoy más que nunca, una región donde las redes sociales crecen a un ritmo del 19% anual. Las pantallas son territorio, escenario y extensión del mundo cotidiano. Y quienes navegan en ellas necesitan algo más que conexión: necesitan criterio.

Digital-IA propone una mirada distinta: no basta con ser usuario; es necesario convertirse en ciudadano digital, alguien capaz de:

  • Interpretar la información con pensamiento crítico.

  • Reconocer narrativas manipuladas.

  • Identificar discursos de odio y frenarlos.

  • Construir relatos propios con ética y creatividad.

  • Utilizar la tecnología para unir, no para dividir.

El curso no solo enseña a usar herramientas: enseña a entenderlas. Forma miradas capaces de ver más allá de los algoritmos y de crear más allá de los formatos.

Una apuesta por la paz en tiempos de pantallas

En una región marcada por desigualdades y tensiones, la educación digital se convierte en una estrategia poderosa para fortalecer la paz. Cuando las personas saben leer imágenes, identificar fuentes, analizar contenidos y producir narrativas responsables, se amplía la posibilidad de diálogo, empatía y participación democrática.

Digital-IA lo entiende así:
la tecnología no es neutra, pero sí puede convertirse en un instrumento de transformación social cuando se usa con conciencia.

Donde todo se conecta

América Latina es un territorio vibrante, diverso y hoy profundamente digital. Entre notificaciones, algoritmos y pantallas infinitas, el reto no es desconectarnos, sino aprender a tejer sentido. A mirar con otros ojos. A crear con intención. A participar con verdad.

Y en esa tarea, iniciativas como AcadeMIA Digital-IA se convierten en faros: luz en medio del ruido, guía para quienes desean navegar sin perder el rumbo, y un recordatorio de que la tecnología, cuando se usa bien, también puede construir paz.

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