Día Mundial de los Primeros Auxilios: salvar vidas está en nuestras manos

Cada segundo sábado de septiembre el mundo celebra el Día Mundial de los Primeros Auxilios, una fecha que busca recordarnos que cualquier persona puede convertirse en héroe si sabe cómo actuar en una emergencia. Los primeros auxilios son las atenciones inmediatas que recibe una persona enferma o lesionada antes de la llegada de ayuda médica profesional, y marcan la diferencia entre la vida y la muerte.

¿Cómo nació esta conmemoración?

La historia de los primeros auxilios está estrechamente ligada a la Cruz Roja, organización que desde el siglo XIX promueve la capacitación ciudadana en respuesta a emergencias. En 1859, tras la Batalla de Solferino en Italia, Henry Dunant —fundador de la Cruz Roja— fue testigo de miles de heridos sin asistencia médica. Ese hecho lo llevó a impulsar la idea de que los civiles podían brindar ayuda inmediata, aun sin ser profesionales de la salud.

Desde entonces, el movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja ha convertido los primeros auxilios en una prioridad global. En el año 2000 se institucionalizó el Día Mundial de los Primeros Auxilios, con el objetivo de sensibilizar y capacitar a la población en estas técnicas básicas.

¿Por qué son tan importantes?

Las emergencias no avisan: un accidente de tránsito, un atragantamiento, una caída, un infarto o un paro cardiorrespiratorio pueden ocurrir en cualquier momento. Según la Organización Mundial de la Salud, miles de muertes podrían evitarse cada año si las personas que presencian un accidente conocieran técnicas básicas de primeros auxilios.

Tener conocimientos mínimos no solo salva vidas, también reduce el riesgo de complicaciones graves, da tranquilidad a la víctima y a su entorno, y permite ganar tiempo hasta la llegada de personal médico especializado.

Lo esencial en los primeros auxilios

Aunque existen capacitaciones completas que todos deberíamos tomar, hay unas recomendaciones generales que conviene tener presentes:

  1. Evalúa la escena: Antes de actuar, asegúrate de que el lugar sea seguro para ti y para la víctima. 
  2. Mantén la calma: Respira profundo y piensa con claridad; transmitir seguridad ayuda a la persona afectada. 
  3. Activa la ayuda profesional: Llama a los números de emergencia (en Colombia, 123) y brinda información clara sobre el lugar y la situación. 
  4. Revisa signos vitales: Comprueba si la persona está consciente, respira y tiene pulso. 
  5. Aplica técnicas básicas según la situación: 
    • Reanimación cardiopulmonar (RCP): en casos de paro cardiorrespiratorio, combina compresiones torácicas y ventilaciones. 
    • Cortes o hemorragias: ejerce presión directa sobre la herida con un paño limpio para detener el sangrado. 
    • Atragantamiento: aplica la maniobra de Heimlich si la persona no puede respirar o hablar. 
    • Fracturas o golpes fuertes: inmoviliza la zona y evita mover a la víctima innecesariamente. 
    • Quemaduras: enfría la zona con agua corriente (no hielo) y cubre con una gasa limpia. 

La formación salva vidas

Cada vez más instituciones educativas, empresas y comunidades están integrando cursos de primeros auxilios en su formación básica. La Cruz Roja Colombiana, por ejemplo, ofrece talleres y capacitaciones en todo el país para preparar a los ciudadanos ante cualquier eventualidad.

Aprender estas técnicas no requiere ser médico ni enfermero, basta con recibir instrucción adecuada y practicar. Lo más valioso es perder el miedo a intervenir y recordar que, con conocimientos simples, cualquiera puede marcar una diferencia enorme en la vida de otra persona.

Un llamado a la acción

El Día Mundial de los Primeros Auxilios no es solo una fecha en el calendario, es una invitación a la preparación y la solidaridad. Conocer cómo actuar en los primeros minutos de una emergencia puede salvar vidas, reducir sufrimiento y fortalecer la confianza en nuestras comunidades.

Así que hoy, más que celebrar, es momento de comprometernos: busca un curso, capacítate y comparte lo que aprendas con tu familia, amigos o compañeros de trabajo. Porque cuando se trata de salvar vidas, todos podemos ser protagonistas.

 

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