Día Mundial de los Abuelos: cuando el mayor cuidado no viene solo del Estado, sino del corazón de la familia

Cada 26 de julio celebramos el Día Mundial de los Abuelos, una fecha que nació para honrar su existencia y, sobre todo, para recordarnos algo esencial: el verdadero bienestar de las personas mayores no depende únicamente de políticas públicas o ayudas económicas. Su dignidad, felicidad y salud emocional nacen principalmente de un entorno familiar fortalecido, que reconozca el inmenso valor de sus historias, consejos y el legado de sabiduría que nos dejan.

Un origen con raíz en el afecto y la memoria

El Día Mundial de los Abuelos se conmemora cada 26 de julio, coincidiendo con la festividad católica de San Joaquín y Santa Ana, considerados los abuelos de Jesús. Sin embargo, la esencia de esta celebración es universal y trasciende religiones: busca resaltar el papel de los abuelos como puentes vivos entre el pasado y el presente, y como guardianes de la memoria colectiva.

El Papa Francisco, gran impulsor de esta jornada, resumió su objetivo al decir que “los abuelos son un tesoro, y su presencia mantiene vivas las raíces de nuestra historia familiar”.

Cifras que revelan un desafío para las familias

En Colombia, cerca de 7,3 millones de personas son mayores de 60 años (proyección DANE 2025), representando el 14 % de la población. Aunque el Estado ha implementado programas como Colombia Mayor, que entrega subsidios económicos a más de 1,6 millones de adultos mayores, la realidad muestra que las redes familiares siguen siendo la principal fuente de apoyo.

Datos clave:

  • Más del 60 % de las personas mayores dicen que su principal sostén afectivo y económico proviene de sus hijos o nietos.
  • Solo un 30 % cuenta con pensión, lo que refuerza la importancia de la solidaridad familiar.
  • Según el Observatorio de Envejecimiento de la Universidad del Rosario, el 48 % de los adultos mayores siente soledad frecuente, un reto que la familia puede aliviar más que ninguna institución.

Estas cifras muestran que, aunque las políticas públicas son necesarias, la verdadera contención afectiva sigue estando en el hogar.

Sabiduría generacional: un legado que solo las familias pueden cuidar

  • Los abuelos son mucho más que cuidadores o miembros dependientes de la familia. Son:
  • Narradores de historias, que transmiten la memoria de quienes ya no están.
  • Consejeros naturales, cuya experiencia ayuda a resolver conflictos cotidianos.
  • Modelos de resiliencia, porque vivieron crisis, guerras, migraciones o cambios sociales que hoy nos pueden enseñar a afrontar dificultades.
  • Guardianes de valores, que sostienen tradiciones, recetas, refranes y rituales familiares que construyen identidad.

Cada anécdota compartida y cada momento juntos son herencias que no pueden escribirse en ninguna ley ni garantizarse desde un despacho estatal: nacen del tiempo y la cercanía.

La familia como primera red de cuidado

Un hogar que reconoce el valor de sus mayores:

  • Les ofrece compañía y afecto cotidiano.
  • Promueve que participen en decisiones familiares.
  • Facilita su integración digital y social.
  • Respeta sus ritmos y necesidades.
  • Los protege del abandono, la discriminación y el maltrato.

En Colombia, muchas familias aún logran mantener estas redes, pero los cambios sociales, las migraciones internas y el ritmo urbano han debilitado esos lazos en varias regiones. De ahí la importancia de reforzarlos con actividades como:

  • Almuerzos familiares regulares.
  • Rescatar historias familiares y escribirlas juntos.
  • Celebrar cumpleaños o fechas especiales dándoles protagonismo.
  • Involucrar a los nietos en visitas y videollamadas.
  • Aprender sus recetas o artesanías como legado.

Lecciones del mundo: países que promueven la protección desde el núcleo familiar

Aunque Noruega, Japón y Suecia tienen políticas estatales ejemplares para personas mayores, también fomentan algo clave: que la familia sea parte del cuidado.

  • En Japón, el concepto de «oyakoko» enseña desde la niñez que cuidar de los padres y abuelos es un acto de gratitud y honra.
  • Suecia impulsa programas donde jóvenes y mayores viven en residencias intergeneracionales, creando familias extendidas.
  • En Italia, el respeto a los nonni (abuelos) sigue siendo un valor cultural tan fuerte que muchas familias multigeneracionales conviven bajo un mismo techo.

Estos modelos muestran que la fortaleza familiar y el apoyo del Estado no compiten: se complementan.

El abuelo o abuela con más nietos: una curiosidad sobre el tamaño de los legados

  • En Colombia, casos como el de Ángel María Lozano, de Santander, que llegó a tener más de 70 nietos, reflejan que para muchas familias los abuelos son un tronco que sostiene amplias ramas de afectos.
  • En el mundo, el récord Guinness lo ostenta el indio Ziona Chana, que llegó a tener una familia de 181 descendientes directos. Más allá de la cifra, lo importante es que cada nieto representa una extensión de su memoria.

🌼 Conclusión: protegerlos es también protegernos

El Día Mundial de los Abuelos nos invita a reflexionar sobre algo profundo: el envejecimiento digno no depende solo de políticas sociales, sino, sobre todo, de la decisión diaria de cada familia de incluir, escuchar y valorar a sus mayores.

Cuidarlos no es caridad: es reconocer que todo lo que somos se construyó sobre sus pasos.

Y mientras más fuerte sea el lazo familiar, más perdurará su sabiduría como un legado que trasciende generaciones.

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