Cada 16 de septiembre el mundo conmemora el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994 para recordar la importancia de este escudo natural que protege la vida en la Tierra. Más allá de un simple acto simbólico, esta jornada invita a reflexionar sobre los avances logrados y los retos pendientes para garantizar un futuro sostenible frente a la amenaza del cambio climático.
¿Qué es la capa de ozono y por qué es vital?
La capa de ozono es una franja de gas ubicada en la estratósfera, entre los 15 y 30 kilómetros sobre la superficie terrestre. Su función principal es absorber la mayor parte de la radiación ultravioleta (UV-B) proveniente del sol, la cual puede causar graves problemas a la salud humana como cáncer de piel, cataratas o debilitamiento del sistema inmunológico.
Además, cumple un papel fundamental en el equilibrio ambiental, ya que protege a los ecosistemas terrestres y marinos, desde los cultivos hasta el fitoplancton, base de la cadena alimenticia en los océanos.
El Protocolo de Montreal: un ejemplo de acción global
El 16 de septiembre de 1987 se firmó el Protocolo de Montreal, considerado uno de los acuerdos ambientales más exitosos de la historia. Este tratado internacional estableció la eliminación gradual de los clorofluorocarbonos (CFC) y otras sustancias químicas responsables del deterioro de la capa de ozono.
Gracias a la cooperación de casi todos los países del mundo, el uso de estos compuestos se ha reducido de manera significativa. La Organización de las Naciones Unidas ha señalado que, si las medidas se mantienen, la capa de ozono podría recuperarse completamente a mediados del siglo XXI.
Avances y desafíos actuales
En las últimas décadas se ha logrado reducir de manera notable el agujero en la capa de ozono detectado sobre la Antártida en los años ochenta. Sin embargo, todavía persisten retos importantes:
- Sustitución de contaminantes: algunos de los químicos alternativos a los CFC, como los hidrofluorocarbonos (HFC), no afectan directamente la capa de ozono pero sí contribuyen al calentamiento global.
- Conciencia ciudadana: a pesar de los avances institucionales, aún es necesario promover hábitos cotidianos que reduzcan la huella ambiental.
- Cambio climático: el calentamiento global sigue siendo una amenaza directa para el equilibrio atmosférico y la estabilidad de los ecosistemas.
¿Cómo podemos contribuir desde casa?
La preservación de la capa de ozono no depende únicamente de grandes acuerdos internacionales. Cada persona puede aportar con acciones sencillas en su vida diaria:
- Usar transporte sostenible: caminar, usar bicicleta o transporte público reduce las emisiones contaminantes.
- Revisar sistemas de refrigeración: neveras, aires acondicionados y aires industriales deben recibir mantenimiento adecuado para evitar fugas de gases nocivos.
- Ahorrar energía: el uso eficiente de la electricidad disminuye la demanda de combustibles fósiles.
- Preferir productos ecológicos: evitar aerosoles o productos que contengan químicos dañinos para la atmósfera.
Colombia y la preservación de la capa de ozono
En el país, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha implementado diversos programas para la eliminación de sustancias que agotan la capa de ozono. Entre ellos, destacan los proyectos de reconversión tecnológica en empresas que utilizaban refrigerantes dañinos y las campañas de sensibilización ciudadana para promover un consumo responsable.
Además, Colombia hace parte activa de las negociaciones internacionales para cumplir los compromisos del Protocolo de Montreal y del Acuerdo de Kigali, que busca también reducir el impacto de los HFC sobre el cambio climático.
Un compromiso que nos involucra a todos
El Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono no es solo una fecha en el calendario, sino una oportunidad para recordar que la cooperación global sí puede generar resultados positivos. La experiencia del Protocolo de Montreal demuestra que, con voluntad política, acción ciudadana y responsabilidad empresarial, es posible revertir los daños ambientales.
Cuidar la capa de ozono es cuidar la vida. Este 16 de septiembre, la invitación es a reflexionar sobre el papel de cada persona y de cada país en la construcción de un planeta más sano y sostenible para las futuras generaciones.




