“Yo trabajo porque una persona venga a comprarme un sombrero y salga contenta con él”, dice el artesano Ernesto Gutiérrez.
Aprendió este arte de su mamá a quien veía desde pequeño trabajar en la máquina de coser y vio ahí una oportunidad para su futuro. Ahora atiende y trabaja en su propia tienda en la que además de recibir a turistas y compradores, recibe encargos para envíos al exterior. Gutiérrez habla en El Crew de las ventajas de sus sombreros y las utilidades a comparación de otros que se consiguen en el país como el vueltiao.