Cosas que no sabías sobre los aeropuertos del país

Los aeropuertos colombianos son mucho más que terminales aéreas. Cada uno guarda historias, particularidades, récords y curiosidades que pocas personas conocen. Desde construcciones extremas en medio de montañas hasta pistas que han sido protagonistas de eventos históricos, así es el lado poco visible de la infraestructura aérea del país.

1. El Dorado es uno de los aeropuertos más altos del mundo

Ubicado a más de 2.600 metros sobre el nivel del mar, el aeropuerto El Dorado de Bogotá está entre los aeropuertos de gran tráfico más altos del planeta. Esta altitud afecta el rendimiento de los aviones, que necesitan más velocidad para despegar y aterrizar, razón por la cual las pistas son más largas que las de otros aeropuertos.

2. El aeropuerto más cercano al mar en Colombia está en San Andrés

La pista del aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla está tan cerca del mar que, si el pasajero lo observa desde la ventanilla, pareciera que el avión aterriza directamente sobre el agua. Durante mareas altas, las olas llegan a golpear el muro que rodea la pista.

3. El aeropuerto Olaya Herrera de Medellín fue uno de los más importantes de América Latina

Antes de la construcción de Rionegro, el Olaya Herrera fue un referente regional: recibió vuelos internacionales, conectó a Medellín con Estados Unidos y fue sede de las primeras aerolíneas del país. Hoy se mantiene activo como uno de los aeropuertos con más operaciones domésticas y de aviación privada.

4. La pista de Pasto es una de las más desafiantes para los pilotos

El aeropuerto Antonio Nariño está construido sobre una meseta a más de 2.800 metros de altura. La pista parece “flotar” sobre un abismo natural. Los vientos cruzados y la neblina frecuente lo convierten en uno de los aeropuertos más retadores del país para maniobras de aterrizaje.

5. El aeropuerto de Leticia conecta tres países en minutos

Desde el aeropuerto Vásquez Cobo, en Amazonas, es posible cruzar a Brasil o Perú en cuestión de minutos. Es uno de los pocos aeropuertos del mundo donde el flujo de pasajeros depende tanto de los acuerdos fronterizos y de la dinámica binacional y trinacional.

6. Barranquilla tiene uno de los primeros aeropuertos modernos del país

El aeropuerto Ernesto Cortissoz no solo es histórico: Barranquilla fue cuna de la aviación comercial colombiana. Desde allí operó la SCADTA, considerada la segunda aerolínea más antigua del mundo, fundada por pilotos alemanes y colombianos.

7. El aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Cali tiene una de las torres de control más altas de Colombia

Su torre supera los 60 metros de altura, lo que permite una vista completa del valle y de la aproximación de aviones. La geografía plana del Valle del Cauca facilita operaciones seguras, incluso en condiciones climáticas variables.

8. En Colombia hay aeropuertos que funcionan sólo por luz natural

Algunos aeródromos pequeños en regiones apartadas —como Chocó, Guainía o Vaupés— no cuentan con iluminación nocturna. Solo operan durante el día, lo que condiciona la llegada de vuelos humanitarios, médicos y de carga esencial.

9. La Guajira tiene la pista más larga de la región Caribe

El aeropuerto de Riohacha, Almirante Padilla, cuenta con una pista sorprendentemente extensa en comparación con el tamaño del aeropuerto. Su longitud se explica por proyectos militares y de operación aérea que datan de décadas atrás.

10. El aeropuerto de Armenia está en una de las zonas con mayor turbulencia del país

El El Edén se encuentra rodeado de montañas, valles y corrientes de aire provenientes de la cordillera Central. Por eso es habitual que los aterrizajes sean más movidos que en otros aeropuertos del Eje Cafetero.


Colombia desde el aire: un país diverso incluso en sus aeropuertos

Cada aeropuerto refleja la geografía, la historia y las necesidades de su región. Son infraestructuras que van desde terminales pequeñas en selvas remotas hasta complejos internacionales que conectan el país con el mundo. Y detrás de cada pista hay una historia que revela cómo Colombia enfrenta desafíos locales para mantener su conectividad aérea.

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