Chiquinquirá es un municipio ubicado en el occidente de Boyacá y es la capital de esta provincia. Está en el valle del río Suárez, a una distancia de 134 kilómetros de Bogotá y a 73 kilómetros de Tunja. Es uno de los municipios con mayor población en el departamento y funciona como centro económico y comercial de la región.
Desde aquí se distribuyen alimentos procesados, textiles, insumos agropecuarios y materiales para varias actividades productivas de Boyacá. Además, es un punto clave para el turismo, ya que recibe visitantes y peregrinos que llegan a conocer la basílica y la imagen de la Virgen de Chiquinquirá.
Y aquí te contamos más de Chiquinquirá, junto a Magnífica Región Trece.
Antes de la llegada de los españoles, el territorio estaba habitado por los Chiquinquiraes, un grupo muisca gobernado por un cacique. Se ubicaban en el cerro de Terebinto, en un caserío llamado Coca. Este pueblo vivía bajo la amenaza constante de los muzos, quienes intentaron invadir el territorio en varias ocasiones. Los Chiquinquiraes lograron defenderse con el apoyo de los saboyaes, otro grupo indígena cercano.
El municipio fue escenario de momentos importantes para la historia del país. El 1 de septiembre de 1810 se firmó el acta de la Villa Republicana, con la cual Chiquinquirá declaró su independencia del gobierno colonial. Esa fecha también es tomada como la fundación oficial del municipio.
Años después de la Batalla de Boyacá, Simón Bolívar visitó en varias oportunidades la imagen de la Virgen, no solo por motivos religiosos, según lo registró su edecán Luis Perú de Lacroix en el Diario de Bucaramanga.

Durante el siglo XIX, Chiquinquirá manifestó varias veces su intención de ser autónoma. En 1871, Policarpo María Flórez, médico y padre del poeta Julio Flórez, lideró un levantamiento armado y fue presidente del Estado Soberano de Boyacá durante cuatro meses. Este episodio marcó una de las tantas expresiones de búsqueda de independencia política en la región.
Un hecho que transformó la historia local ocurrió en 1967, cuando un pan contaminado accidentalmente con parathión provocó un envenenamiento masivo. Hubo cientos de personas afectadas y varias muertes. Este suceso generó por primera vez en Colombia la necesidad de capacitar a los médicos en toxicología y revisar el manejo de sustancias tóxicas en el país.
El 3 de julio de 1986, Chiquinquirá recibió la visita del papa Juan Pablo II. El pontífice llegó en avión al Batallón de Infantería Sucre y recorrió la ciudad en papamóvil hasta la plaza de Bolívar. Visitó el santuario de la Virgen y celebró una eucaristía en el sitio donde hoy se encuentra el parque Juan Pablo II, ante miles de personas. Fue un momento que quedó registrado en la memoria colectiva del municipio.

Desde finales de los años ochenta y hasta el año 2000, Chiquinquirá recibió población desplazada por la violencia, principalmente proveniente del occidente de Boyacá. Esta migración estuvo relacionada con los conflictos alrededor del negocio de la esmeralda y también con la violencia presente en otras zonas del país.
La economía de Chiquinquirá se mueve principalmente por el comercio. Su ubicación y tamaño lo convierten en un punto de acopio para productos agrícolas. También sobresalen la producción de leche y derivados, el cultivo de papa, maíz, trigo y hortalizas, junto al sector minero, donde se encuentran depósitos de asfalto y canteras de materiales de construcción.
Más de 2000 establecimientos comerciales funcionan en el municipio y abarcan desde alimentos, ropa y papelería hasta materiales para construcción y ferretería.
Dentro de los comercios más representativos se encuentran los Almacenes YEP, que venden productos variados, y Colsubsidio, inaugurado en 2011, que comercializa electrodomésticos, ropa, juguetes y alimentos. La industria manufacturera está presente con cerca de 350 microempresas dedicadas a la producción de alimentos y servicios de transporte. El turismo también es un sector importante por la cantidad de visitantes que llegan a diario al municipio.

La artesanía es una actividad tradicional en Chiquinquirá. Se trabajan materiales como tagua, barro y fique, además de instrumentos musicales como guitarras, tiples y requintos.
La tagua, semilla de la palma de marfil, se ha trabajado desde comienzos del siglo XX en Boyacá. Con esta semilla se elaboran figuras antropomorfas, zoomorfas, artículos decorativos, botones, pipas, relicarios y una amplia variedad de recuerdos turísticos. Para su elaboración se usan herramientas manuales como formones, limas y buriles, y los objetos se completan con materiales como madera, alambre, cuero o tinturas.
Entre los lugares representativos de Chiquinquirá se encuentra la Basílica de la Virgen de Chiquinquirá. La fachada es en piedra arenisca y fue reconstruida después del terremoto de 1785. El diseño estuvo a cargo de fray Domingo de Petrés, quien también participó en la construcción de otros templos en el país. La basílica tiene una longitud de 80 metros y un ancho de 36 metros. La nave central mide 10,50 metros de ancho y 18 metros de altura. Posee una cúpula decorada y un altar donde se encuentra el cuadro original de la Virgen. Los claustros fueron restaurados después de un terremoto y la escena del milagro se ubica en la Iglesia de la Renovación, en el parque Julio Flórez.
Otro sitio clave es el Palacio de la Cultura Rómulo Rozo, antes estación del ferrocarril, inaugurada en 1928 y declarada monumento nacional en el año 2000. El parque Juan Pablo II es un espacio creado para recordar la visita del papa en 1986 y cuenta con una estatua en su honor.
El parque Julio Flórez rinde homenaje al poeta chiquinquireño y está rodeado por la alcaldía, el Hotel Sarabita y la Iglesia de la Renovación. El parque Pedro José Pérez, ubicado detrás de la basílica, es un punto de venta de artesanías y alimentos tradicionales.

Chiquinquirá también es reconocida por eventos como la coronación de la Virgen y el Concurso de la Guabina Chiquinquireña. El municipio ha sido llamado la Ciudad Mariana y la Capital Religiosa de Colombia. Su nombre proviene del cacique que gobernaba estas tierras y significa Tierras de nieblas y pantanos en lengua muisca. Además, es un territorio que ha sido cuna de artistas como Julio Flórez y Rómulo Rozo.
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