Bogotá sigue vibrando con la fuerza transformadora del arte. La Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG25, que se desarrolla en diferentes escenarios de la capital, continúa ofreciendo al público una agenda diversa de exposiciones, intervenciones urbanas y espacios de reflexión que ponen a dialogar el arte con la vida en la ciudad. Con esta edición, la bienal reafirma su apuesta por convertir el espacio público en un escenario creativo, donde artistas, comunidades y ciudadanos se encuentran para repensar la urbe desde múltiples perspectivas.
Un encuentro que trasciende lo estético
La Bienal BOG25 no es solo un evento de exhibición artística, sino un espacio de intercambio cultural y social que invita a reflexionar sobre el papel del arte en la construcción de ciudadanía. Bajo el lema “Ciudad y futuro compartido”, esta edición busca abrir conversaciones sobre cómo habitamos Bogotá y qué transformaciones son necesarias para que se consolide como un territorio más inclusivo, sostenible y plural.
Artistas locales, nacionales e internacionales presentan proyectos que combinan distintas disciplinas: desde pintura, escultura y fotografía, hasta arte digital, performance e intervenciones en el espacio público. El objetivo es provocar la mirada del transeúnte, generar experiencias colectivas y demostrar que el arte tiene la capacidad de transformar la forma en que percibimos la ciudad.
Escenarios abiertos y múltiples públicos
Uno de los aspectos más destacados de la Bienal es la descentralización de sus actividades. Aunque parte de la programación se concentra en museos, galerías y centros culturales, buena parte de las obras se presentan en calles, plazas y parques. De esta manera, el arte se saca de los recintos tradicionales y se lleva al espacio público, ampliando su alcance y permitiendo que personas de diferentes contextos puedan acceder a él.
Zonas como el centro histórico, el Parque de la 93, la Carrera Séptima y espacios comunitarios en localidades periféricas han sido elegidas para acoger intervenciones que dialogan directamente con la vida cotidiana de los ciudadanos. El carácter abierto de la bienal busca democratizar el arte, evitando que se limite a circuitos especializados.
Arte, ciudad y ciudadanía
La Bienal Internacional de Arte y Ciudad también se distingue por su dimensión crítica. Varias de las propuestas artísticas giran en torno a temas como la movilidad urbana, la relación con el medio ambiente, las desigualdades sociales y los imaginarios que configuran la identidad bogotana.
Así, una instalación puede invitar a reflexionar sobre el uso del espacio público, mientras un performance colectivo puede denunciar la exclusión que viven ciertos sectores de la población. Este enfoque convierte a la Bienal en un laboratorio cultural, donde el arte no solo se contempla, sino que también se debate y se siente como parte de la experiencia ciudadana.
Formación y participación comunitaria
Además de las exposiciones, BOG25 ofrece talleres, conversatorios y actividades pedagógicas en alianza con universidades, colectivos barriales y entidades culturales. Estos espacios buscan formar nuevas audiencias, motivar la participación de jóvenes creadores y fomentar el diálogo entre artistas y comunidades.
El componente educativo es clave, ya que la bienal no se limita a mostrar obras, sino que busca sembrar procesos de reflexión a largo plazo. En ese sentido, se convierte en una plataforma de aprendizaje colectivo donde se exploran preguntas sobre la ciudad, el arte y la convivencia.
Impacto en la vida cultural de Bogotá
Con cada edición, la Bienal Internacional de Arte y Ciudad se consolida como uno de los eventos culturales más significativos de la capital. Su impacto no solo se mide en la cantidad de visitantes o artistas participantes, sino en la capacidad de transformar imaginarios y generar conversaciones entre sectores que usualmente no se encuentran en el mismo espacio.
Además, la bienal fortalece la proyección internacional de Bogotá como una ciudad que valora la cultura y la creatividad como motores de desarrollo. Al reunir a artistas de diferentes países, se crean redes de colaboración que enriquecen tanto la escena local como la global.
Una ciudad que late con arte
La continuidad de la Bienal BOG25 confirma que Bogotá es un territorio fértil para el arte contemporáneo y las expresiones que surgen desde lo urbano. Durante los próximos días, la ciudad seguirá siendo testigo de intervenciones que sorprenden, provocan y emocionan, recordándonos que el arte es una herramienta poderosa para imaginar futuros posibles.
Así, la Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG25 no solo celebra la creatividad, sino que reafirma la idea de que el arte y la ciudad están indisolublemente ligados: ambos se construyen día a día con la participación activa de quienes los habitan.




