Cada cuatro años, miles de jóvenes en Colombia tienen la oportunidad de elegir a quienes los representarán en los Consejos Municipales y Locales de Juventud (CMJ). Se trata de un proceso democrático organizado por la Registraduría Nacional del Estado Civil, con el acompañamiento del Consejo Nacional Electoral y el respaldo de las Plataformas de Juventud.
Estas elecciones son únicas en su tipo: solo pueden votar y ser elegidos jóvenes entre 14 y 28 años, sin importar si son estudiantes, trabajadores, rurales o urbanos. La jornada se desarrolla en los mismos puestos de votación donde suelen hacerse las elecciones ordinarias, con todas las garantías de transparencia, seguridad y veeduría ciudadana.
El voto juvenil es libre, personal y secreto. Los jóvenes pueden elegir entre listas presentadas por partidos políticos, procesos organizativos de juventud o candidaturas independientes. Cada opción representa una forma distinta de participación y una manera de conectar con diferentes causas o visiones de sociedad.
Más allá del acto electoral, las elecciones de los CMJ son una escuela de democracia. A través de ellas, los jóvenes aprenden sobre campañas, debates, rendición de cuentas y trabajo colectivo. Quienes participan no solo votan, sino que también ejercen ciudadanía activa, aprendiendo el valor del compromiso y la responsabilidad pública.
Este proceso fortalece la cultura democrática porque involucra a una generación que muchas veces se siente distante de la política tradicional. Los CMJ demuestran que la participación no está reservada a los adultos ni a los cargos de elección popular: también los jóvenes pueden decidir y proponer desde su propio espacio.
Participar en estas elecciones es un acto de confianza en el poder de la juventud. Es elegir quién hablará por una generación que quiere ser escuchada, que propone soluciones, que cuida el medioambiente, que impulsa la cultura y que defiende sus derechos. Cada voto cuenta, porque detrás de cada papeleta hay una historia, una causa y un sueño compartido de país.