La salud en Colombia está cambiando. En 2025, el Gobierno Nacional y el Ministerio de Salud han puesto en marcha una serie de subsidios y apoyos económicos que buscan aliviar los costos para los ciudadanos, fortalecer los hospitales públicos y garantizar que ningún colombiano se quede sin atención médica por falta de recursos.
Desde ajustes en la Unidad de Pago por Capitación (UPC) hasta nuevas ayudas al régimen subsidiado, los esfuerzos se concentran en asegurar que la salud sea un derecho real, no un privilegio.
Más recursos para la salud pública
Uno de los anuncios más importantes del año fue el giro de más de 819.000 millones de pesos que la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) entregó a las EPS del régimen contributivo y subsidiado. Esta inyección de recursos busca garantizar la continuidad de los tratamientos médicos, medicamentos y servicios que estaban en riesgo por falta de pago.
Además, el Gobierno implementó un subsidio directo a los hospitales públicos, conocido como “subsidio a la oferta”, que destina parte del presupuesto de salud directamente a las instituciones médicas, especialmente en zonas rurales y apartadas. Con esto se busca asegurar la atención primaria —como pediatría, medicina general, ginecología y salud mental— sin depender exclusivamente del modelo de intermediación.
Régimen subsidiado: más cobertura para quienes más lo necesitan
El régimen subsidiado de salud sigue siendo el principal mecanismo para garantizar atención médica a quienes no tienen capacidad de pago. En 2025, se fortaleció este modelo con más recursos y mejores condiciones para los pacientes de bajos ingresos.
Gracias a los nuevos subsidios, millones de colombianos pueden acceder a consultas, medicamentos y procedimientos especializados sin costo, o con copagos mínimos. Este régimen cubre especialmente a familias rurales, trabajadores informales, madres gestantes, niños, adultos mayores y personas con discapacidad.
Ajustes en la UPC y alivio en los copagos
La Unidad de Pago por Capitación (UPC) —que define cuánto dinero se asigna por cada usuario al sistema— aumentó un 5,36 % este año. Ese incremento se traduce en más recursos para las EPS y hospitales, lo que mejora la disponibilidad de tratamientos, cirugías y atención en enfermedades de alto costo.
Por otro lado, el Ministerio de Salud actualizó las cuotas moderadoras y copagos, ajustándolos de acuerdo con el nivel de ingresos. Quienes ganan menos, pagan menos, mientras que las personas con mayores ingresos aportan una fracción más alta. La meta es mantener el equilibrio entre la sostenibilidad del sistema y la protección del bolsillo de los más vulnerables.
Enfoque regional: el campo también importa
Uno de los grandes desafíos del sistema siempre ha sido llevar atención médica a los territorios donde más se necesita. Por eso, el nuevo modelo prioriza a los hospitales de zonas rurales, que ahora recibirán financiación directa del Estado.
Esto permitirá que centros médicos en departamentos como Casanare, Putumayo, Guaviare o La Guajira puedan garantizar médicos permanentes, ambulancias y servicios de urgencias sin depender del flujo irregular de recursos de las EPS.
Salud para todos: una meta que se construye día a día
Aunque aún hay retos —como las deudas entre EPS y hospitales o la falta de cobertura en algunas zonas del país—, los subsidios de 2025 representan un paso hacia una salud más justa y accesible.
El Gobierno ha insistido en que la meta es fortalecer el modelo de Atención Primaria en Salud (APS), que prioriza la prevención, la medicina familiar y el bienestar comunitario por encima de la atención de urgencias.
Desde Canal Trece te lo contamos así
En Canal Trece creemos que la información también puede salvar vidas. Por eso te contamos qué está pasando con la salud pública y cómo los nuevos subsidios pueden beneficiarte.
La clave está en conocer tus derechos, mantener tus documentos actualizados y acudir a tu EPS o centro de salud para confirmar si haces parte del régimen subsidiado o contributivo.
Porque en 2025, más que nunca, el mensaje es claro: la salud es un derecho, no un lujo. Y cada subsidio, cada programa y cada inversión pública son pasos firmes hacia una Colombia donde todos puedan acceder al bienestar que merecen.




