Aguinaldos que regresan: los juegos navideños que vuelven a estar de moda

Cuando diciembre asoma su luz, muchas familias colombianas desempolvan tradiciones, se reúnen, encienden luces, preparan natilla y buñuelos… y también desempolvan juegos que décadas atrás llenaban de risas las reuniones navideñas. Los “juegos de aguinaldos” regresan con fuerza, como una pausa bienvenida frente al celular, el apuro o la rutina.

La nostalgia convoca a reencontrarse: es momento de recuperar la espontaneidad, los retos, los cumplidos divertidos y la complicidad de las generaciones.

¿Qué son los juegos de aguinaldos?

Los aguinaldos navideños son una práctica tradicional en Colombia que une lo religioso, lo familiar y lo lúdico. Las reuniones durante la Novena de Aguinaldos —entre el 16 y el 24 de diciembre—, además de oraciones y villancicos, suelen acompañarse de comidas típicas, encuentros entre familiares y amigos, y juegos que animan la velada.

Estos juegos no requieren tecnología: basta humor, reglas sencillas y ganas de compartir. Y hoy, muchas casas y grupos los están retomando con entusiasmo.

Los juegos clásicos que están volviendo con todo

Algunos juegos navideños han resurgido con fuerza. Entre los más populares:

  • Al sí y al no: el reto consiste en evitar decir las palabras “sí” o “no”. Quien caiga, pierde y debe ofrecer un obsequio

  • Tres pies: cuando alguien está distraído, otro intenta colocar un pie entre los suyos. Si logra hacerlo y grita “¡mis aguinaldos!”, gana. Divertido, sorpresivo y muchas veces causa risas entre grandes y chicos.

  • Pajita en boca: cada participante sostiene un objeto (dulce, palillo, etc.) en la boca; si alguien lo pierde o lo suelta, queda eliminado o da un obsequio. Sencillo y efectivo para familias.

  • Amigo invisible (o “angelito”): clásico intercambio de regalos anónimo entre familiares, amigos, compañeros de trabajo o vecinos. Ideal para mantener el espíritu de generosidad y sorpresa.

  • Búsqueda del pesebre / esconder al Niño Jesús: en algunas casas, se esconde la figura del pesebre y quien la encuentra gana —un juego cargado de tradición, emoción y diversión colectiva. La 

Estos juegos nacen del ingenio popular, no requieren grandes recursos, y lo más valioso: reúnen. En un momento en que muchas familias están dispersas por trabajo, migraciones o rutinas, son puentes de reencuentro.

Por qué están volviendo con fuerza en 2025

El retorno de estos juegos tiene una raíz profunda: el deseo de reconectar con lo esencial, con la familia, con la tradición. Algunos factores que los están reviviendo:

  • La saturación digital: con redes sociales, teléfonos y pantalla —especialmente entre jóvenes—, muchas familias buscan alternativas que no dependan de tecnología. Los juegos de aguinaldos ofrecen justamente eso: risas, voces, movimiento físico y complicidad.

  • Nostalgia generacional: para quienes crecieron con esos juegos, volver a jugarlos es reencontrarse con su infancia, recordar otras navidades, revivir emociones. Esa nostalgia convoca a reencontrarse, a celebrar diferente.

  • Búsqueda de unión familiar: más allá de regalos o luces, estos juegos fortalecen vínculos intergeneracionales —primos, tíos, abuelos, amigos— en una época en que la dispersión familiar es común.

  • Economía más austera: en momentos de restricciones presupuestales, estos juegos resultan ideales: no requieren inversión, regalos caros o logística complicada. Un simple dulce, un objeto pequeño o una figurita del pesebre basta para encender el juego.

Más allá del juego: memoria, comunidad y alegría compartida

Los aguinaldos no son solo entretenimiento. Son memoria viva, tradición doméstica, ritual de unión. Representan una resistencia simbólica: en medio del consumismo, el exceso de estímulos y la alienación tecnológica, reivindican la tabla, la risa, la charla, el compartir.

Rescatan la Navidad como momento de encuentro humano, de juego colectivo, de sencillo disfrute. Y en 2025, ese rescate parece más valioso que nunca.

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