Por Jesica Mutis
Jesús Lemus, se vio obligado a darle un giro a su vida tras las secuelas que dejó en su cuerpo el hecho de trabajar por los más de 30 años en diversas minas de carbón en Sutatausa Cundinamarca, aprovechando esa naturaleza que no pudo apreciar por tanto tiempo, emprendió con agroturismo.
En su terreno ubicado en zona rural de este municipio, Jesús creó una experiencia extrema desde cero, con una polea y guayas le dio vida al canopy, una práctica en la que el visitante se suspende en el aire y hace un recorrido de cerca de 150 metros, en esta oportunidad y gracias a su ubicación se logran apreciar los farallones, unas imponentes estructuras rocosas que se extienden por aproximadamente 12 kilómetros y que son representativas de este lugar.
A esta actividad, se suman el mirador de la piedra, escalada y una vía ferrata, también senderos y espacios para hacer recorridos en cuatrimoto. Pero como la idea de este emprendedor es mantener junta a su familia, su esposa e hijas se han unido resaltando la gastronomía cundiboyacense, entre sus platos destacan la picada y la gallina criolla.
El mejor legado que según sus hijas Lemus como le dicen de cariño les ha dejado, es el trabajo y el amor por su municipio, así que seguirán sacándole provecho a lo que este territorio les permita.