6 señales de que tu hijo está en pleno estirón de la adolescencia

El estirón de la adolescencia es una de las etapas más notorias en el crecimiento de niñas y niños. Durante este período, los huesos se alargan, la masa muscular aumenta y la composición corporal cambia rápidamente.

Aunque la velocidad y la duración del crecimiento varían, los especialistas señalan que suele durar entre 24 y 36 meses. En el caso de las niñas ocurre entre los 10 y 14 años, mientras que en los niños se da entre los 12 y 16 años.

Por qué la nutrición es fundamental

Este proceso está marcado por la interacción de hormonas, genética y nutrición. Nutrientes como el calcio, fósforo, vitamina D y zinc cumplen un papel clave en el desarrollo de huesos y tejidos. Por eso, una dieta balanceada que incluya proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales es indispensable para garantizar un crecimiento saludable.

La pediatra Claudia Sánchez señala que es importante ofrecer variedad de alimentos nutritivos en esta etapa. También recomienda acudir a un especialista cuando se identifiquen dificultades nutricionales, para evaluar alternativas complementarias y asegurar que el adolescente reciba los nutrientes necesarios.

6 señales de que tu hijo está en un estirón de crecimiento

  1. Siempre tiene hambre: el apetito aumenta notablemente durante los estirones. Lo importante es que esa energía adicional provenga de alimentos saludables.

  2. Ha comenzado la pubertad: el pico de crecimiento suele coincidir con la llegada de la pubertad, cuando ocurren los principales cambios físicos.

  3. La ropa le queda pequeña en poco tiempo: especialmente los pantalones, ya que las piernas suelen crecer antes que el torso.

  4. Duerme más de lo habitual: la hormona del crecimiento se activa principalmente en la noche. Los adolescentes necesitan entre 8 y 10 horas de sueño diario.

  5. Se tropieza con frecuencia: los cambios rápidos en la altura alteran su centro de gravedad, lo que puede generar torpeza temporal.

  6. Aumenta de peso: es normal que ocurra, pero se debe acompañar para evitar dificultades en la autopercepción corporal.

Acompañar el proceso en familia

La adolescencia es un momento de cambios que involucra tanto a hijos como a padres. Una manera de transitarla positivamente es incluir a los adolescentes en decisiones cotidianas, como escoger juntos los alimentos o preparar comidas en familia. Esto no solo mejora la nutrición, también fortalece la comunicación y los lazos familiares.

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