Los libros, cuando se convierten en una afición que despierta miles de pasiones, hacen que tengamos actitudes, que ante los ojos de los demás, pueden parecer muy extrañas e incluso extravagantes.
Pero es que con los libros las relaciones van más allá del amor por las buenas historias y ha trascendido incluso a un cariño especial por lo que son como objetos de aprecio estético.
Por eso hemos recogido estas 15 actitudes que los lectores tenemos frente a los libros y que no tienen que ver solamente con pasar noches en vela absortos con las aventuras de nuestros personajes favoritos y que para muchos pueden ser las cosas más raras.
- No saber qué hacer cuando terminas de leer un buen libro.
- Tener una clara obsesión con leer los libros antes de ver las películas o cualquier otro tipo de adaptación.
- Oler los libros que acabas de comprar, apenas quitas el papel de envoltura.
- Oler los libros viejos, esos que llevan años guardados en las repisas de tu biblioteca personal.
- Tocar las páginas de un libro recién abierto, porque la textura y la sensación son inexplicables.
- Llevar un libro siempre en el bolso, en la maleta y por qué no, en el bolsillo.
- Llorar en público mientras lees, sin importarte que la gente a tu alrededor te vea como un 'bicho raro'.
- Reírte en voz alta cuando lees, sin darte cuenta que la gente se queda mirándote.
- Comprar libros nuevos, aunque en la casa tengas 20 mil.
- Lo que hace que nunca salgas de una librería con las manos vacías.
- Tener miedo de prestar tus libros y que no regresen a ti.
- Caminar mientras lees o leer mientras caminas.
- Olvidarte de comer y dormir por estar leyendo.
- Usar como separador de páginas cualquier cosa que tengas a la mano. Porque los separadores son las cosas que más se pierden.
- Leer en posiciones extrañas.
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Al final no importa cuántas cosas extrañas hagamos para leer, no importa si para otros somos extraños, lo importante es que cada vez tengamos la posibilidad de leer más y leer lo que cada uno quiera.