A principios del nuevo milenio, la música ocupaba un lugar importante entre los adolescentes.
Era una forma de expresar sus sentimientos, sus experiencias y su identidad. Esta generación no se sentía identificada con la generación anterior, que había crecido en un mundo sin reglas creado por ellos mismos, llenos de emociones fuertes y contundentes por su entorno político, cultural y económico. Pero ellos buscaban algo más, una forma de expresar su rebeldía y su inconformidad con la sociedad que trataba de ocultar temas que ya se habían desde hace mucho tiempo, necesitaban alzar la voz de otra forma.
Los problemas psicológicos que afectaban a los jóvenes se hicieron más visibles en la música.
Se rompió el tabú y estos temas se convirtieron en parte de la cultura popular. Los Emos, una tribu urbana caracterizada por su estética oscura y emocional, se convirtieron en portavoces de esta generación, si las líneas horizontales, el corte de cabello particular, el pantalón apretado, muy apretado y taches, marcaron un movimiento que se encontraba ya en las calles de las principales ciudades del mundo y de nuestro país.
Las bandas Emo tocaban en pequeños locales y bares por cinco mil pesos o 5LK podías escuchar sus canciones que eran crudas y honestas, y hablaban de temas como la depresión, la ansiedad y el amor no correspondido. Algunas de las bandas más populares de la época fueron Ratón Pérez, F-MAC, D-Formes y Todo Niño Paga.
El pasado 14 de marzo, el Movistar Arena de Bogotá se llenó de nostalgia con el concierto Glory Dayz.
Algo así como 15 mil personas vieron en el escenario a bandas como Simple Plan, The Used, All Time Low, Asking Alexandria, Todo Niño Paga y Lutter que fue la banda encargada de abrir. El público, compuesto en su mayoría por treintañeros, cantó con fuerza las canciones de su juventud viendo a Bert (vocal de The Used) que con toda la energía salió con una bandera de Colombia y luego se puso un poncho diciendo que era la primera vez de todos en Colombia y que se sentían muy emocionados de estar acá, o a Jack (guitarrista de All Time Low) robarse el show en la tarima con esa energía que lo caracteriza, a Todo Niño Paga y Lutter dándola toda y sobre todo divirtiéndose arriba de esa tarima, la nota fuerte la puso Asking Alexandria acompañada de su ritmo y letras contundentes mostrando que si su ritmo cambio su esencia seguía igual, y al final la banda frontup Simple Plan, a mi gusto la más suave y comercial, pero que en su momento entro muy fuerte por las emisoras de rock en el país, ya que sus letras un poco más suaves que las otras bandas se lo permitieron,
Glory Dayz fue un evento que reunió a una generación que creció con la música Emo. Fue una noche de recuerdos, emociones y mucha energía. Y el Canal TRECE estuvo ahí.