Lo señores Monstruo, al ver esto, se emocionaron y lo adoptaron inmediatamente. Al llegar a casa, durante el baño de Lolo, el señor Monstruo se dio cuenta de algo que la señora Monstruo ya sospechaba: ¡Lolo era un niño humano! Pero ya era demasiado tarde. Todos estaban muy encariñados y felices de estar juntos. En tan solo un día ya eran una familia. Ahora Lolo, un niño humano, vive en una familia de monstruos en una ciudad donde no son del todo aceptados. Aunque los vecinos fingen estar felices de convivir con los de raza y cultura monstruosa. En cada episodio, Lolo luchará porque él y sus padres sean reconocidos y aceptados en la comunidad.
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