Hoy, gente mayor, divertida, que guarda viejas ideas en el fondo de su memoria y que los une el ayer y el amor al rock, acuerdan seguir luchando por lo que creen, ser grupo, tener una banda. Para Koko y sus “compañeros” es difícil aceptar esta nueva realidad, aprender a compartir decisiones, aceptar viejos amores frustrados, personajes antagónicos, reconocer que la música es algo casi olvidado, mundos diversos, variedad de ideas. Pero…con la sabiduría del poder de la experiencia, logran demostrar que todavía son creativos, útiles, capaces. Y Koko y sus “compas” inician ese nuevo cambio, creando música en grupo.
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