El agua nace entre los pliegues de las montañas, lugares mágicos y esplendorosos donde habita una de las especies más bellas y necesarias para la producción de agua; el frailejón es considerado el rey del páramo. Al nacer el agua, corre por las vertientes que desembocan en ríos, lagunas, cascadas, y riachuelos que abastecen del líquido vital al hombre y a su entorno.
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