Alto contraste
Adulto joven

Ay hombre

En medio de una inesperada crisis de hipersensibilidad, José María descubre que su mundo está rodeado de mujeres que exigen mucho de él. Huyendo de las responsabilidades laborales, su futura paternidad, y cuestionando su hombría, José María busca ayuda en El Oasis, un grupo de apoyo solo para hombres. La crisis se convierte en una oportunidad para deshacer sus preceptos sobre lo masculino, explorar los sentimientos reprimidos y reconstruir su identidad.

Ay hombre busca acercarse al público usando el humor. El humor nos permite exagerar tanto las posturas masculinas como femeninas y así develar los arquetipos que estos movimientos han creado en la sociedad. También nos ayuda a exacerbar las características de cada uno, para que el espectador pueda ser más consciente en la representación de sus propios arquetipos.

El tema de género, y su idea de identidad, es un tema vigente para nuestra sociedad; aún hay muchas reflexiones por explorar sobre los mandatos que se nos han impuesto basados en El Mito Patriarcal. El deber ser tanto masculino como femenino dentro de este mito desfigura y maltrata la verdadera naturaleza de cada género, llevando al hombre y a la mujer a olvidarse de sí mismos para establecer falsas identidades y así poder sobrevivir en la ilusión del mundo patriarcal. 

Se ha hablado mucho de la afectación del mito en las mujeres, cómo se les ha desvinculado y obligado a ser presas del mundo machista, pero muy poco se ha hablado de los efectos de este mito en los hombres, en sus dolores. El hombre también se ve amenazado por este mito, obligándolo a cumplir mandatos fuertes, viéndose afectado y dolido; por ejemplo “si no soy proveedor, no tengo valía” o “debo ser fuerte para ser un verdadero hombre”. Los hombres también se ven sumamente afectados en su supervivencia en el mundo. Queremos equilibrar las reflexiones, ya que si bien es muy pertinente hablar del dolor femenino, también lo es hablar del dolor masculino.