Alto contraste
Adulto joven

Al Abrazo que no te dí

Serie de ficción basada en casos reales e investigados, cuya idea central es el duelo y las conductas cuando este llega al extremo y se convierte en una situación insana o patológica para quien lo vive. Se tocan sus cinco etapas: negación, Ira, Negociación, Dolor y Aceptación. Además está la unión familiar, la reconciliación y el perdón.

Flora González, una mujer metódica y sobreprotectora, tiene una vida familiar plena junto a su esposo Camilo del Valle y su hija Luna. Su vida se derrumba cuando Luna sufre un accidente en la ruta escolar y muere. Con la pérdida de su hija afloran miedos, culpas y sentimientos que la desbordan. Su relación con Esmeralda, su madre, que no ha sido la mejor, se complica aún más. Después del funeral, Flora empieza a vivir las etapas del duelo iniciales -Negación, Ira, Negociación y Dolor- pero llevadas al extremo. Es así como experimenta episodios que desconciertan a su esposo y familiares. En las noches es presa de pesadillas que la sumen en el llanto y el dolor, mientras que en el día le es difícil concentrarse cuando regresa a sus actividades laborales. Camilo trata de comprender, pero luego y ante la insistencia de ella por mantenerse en ese estado, en el que priman la culpa, la ira y el dolor, prefiere empezar a alejarse. Flora toca fondo al punto de poner en riesgo su vida, además de sufrir un episodio que la conduce a urgencias donde se entera de una noticia inesperada, que finalmente la hace tomar las riendas de sus emociones, aunque esto le cueste. Flora decide que es tiempo de aceptar ayuda, pero entiende que solo ella puede salvarse a sí misma. En este proceso descubrirá que no debe buscar culpables, y más bien indagar en sí misma y en el daño que le ha ocasionado ser controladora y rígida, como lo aprendió de su madre, con quien enfrentará verdades que ambas se han negado. Llegará la etapa de sanación donde descubrirá que no haber abrazado o besado a su hija el día del accidente, la atormenta, pero encontrará la manera de liberarse del triste recuerdo. Comienza así un periodo de aceptación en el que entenderá que debe luchar por recuperarse a sí misma, a su esposo y prepararse para el hijo que tendrá, pues le confirman que el nuevo embarazo que tiene está fuera de peligro. Al final Flora comienza de nuevo aceptando que su felicidad no es traición para con Luna, sino la mejor manera de homenajearla.